En un entorno laboral marcado por la escasez de perfiles cualificados y la necesidad de adaptabilidad, las organizaciones están reconfigurando sus estrategias de gestión de personas. El foco ya no está únicamente en atraer talento externo, sino en identificar, desarrollar y movilizar el talento que ya existe dentro de la organización. Esta mirada hacia adentro se consolida como una ventaja competitiva clave en tiempos de transformación.
Según el Índice de Madurez de RR.HH. 2025 de IDC, patrocinado por Cegid, la experiencia del empleado se posiciona como la principal prioridad para los departamentos de recursos humanos, seguida por la formación continua y el diseño de estrategias de desarrollo profesional. El estudio revela que:
- El 42% de las organizaciones considera esencial mejorar la experiencia del colaborador.
- El 40% prioriza ampliar las oportunidades de formación y carrera interna.
Estos datos confirman una tendencia: las empresas más maduras en gestión de talento están apostando por el crecimiento desde dentro.
Ventajas de priorizar el talento interno
Adoptar una estrategia centrada en el talento interno responde a desafíos concretos que enfrentan las empresas en México y la región:
- Optimización de recursos: se reducen tiempos y costes de reclutamiento externo.
- Mayor compromiso y retención: los empleados perciben oportunidades reales de crecimiento.
- Alineación cultural: los empleados internos ya conocen los valores y dinámicas organizativas.
- Liderazgo sostenible: se facilita una sucesión más orgánica y preparada para el cambio.
Como señala Marina Ierace, directora general de HCM en Cegid para América Latina: “Promover la movilidad interna y el crecimiento del talento ya existente no solo es una estrategia eficiente, sino también una apuesta por construir culturas resilientes y sostenibles”.
Tecnología como habilitador estratégico
El desarrollo del talento interno se potencia mediante herramientas tecnológicas que permiten una gestión más estructurada y basada en datos. Entre las funcionalidades clave destacan:
- Mapeo de habilidades y trayectorias: para visualizar capacidades y planificar rutas de desarrollo.
- Evaluación de desempeño y potencial: con métricas objetivas y retroalimentación continua.
- Plataformas de aprendizaje: que facilitan la formación adaptativa y el microlearning.
- People Analytics e IA: para anticipar necesidades y orientar decisiones estratégicas.
- Movilidad interna estructurada: que permite acceder a oportunidades antes de abrir vacantes al mercado.
Una ventaja que ya está en casa El talento interno no solo es una fuente inmediata de capacidades, sino también una palanca de transformación organizacional. Invertir en él permite construir culturas más sólidas, resilientes y alineadas con los objetivos estratégicos. En un contexto de alta competencia por el talento, mirar hacia adentro es mirar hacia el futuro.
