El absentismo laboral se consolida como uno de los principales indicadores del estado de salud organizacional en las empresas españolas. Más allá de la enfermedad, factores como la insatisfacción laboral, la falta de estímulos o la elevada rotación revelan carencias estructurales en los entornos de trabajo. Según el IV Barómetro Adecco Outsourcing sobre productividad y eficiencia, el 65% de las compañías afirma cubrir las ausencias de su plantilla, aunque con estrategias desiguales y condicionadas por el tamaño y el sector. En un contexto de transformación operativa, la gestión del absentismo se convierte en un termómetro clave para medir el compromiso, la estabilidad y la capacidad de respuesta de las organizaciones.
La productividad empresarial no puede entenderse como un fenómeno aislado ni limitarse a métricas cuantitativas. Está influida por factores como el clima laboral, la digitalización, la formación y la capacidad de adaptación organizativa. En este contexto, uno de los retos más persistentes es el absentismo laboral, que refleja tanto problemas de salud como carencias en motivación y compromiso. La rotación media del 10% al 20% en muchas empresas evidencia la necesidad de revisar los entornos de trabajo para fomentar la estabilidad.
El teletrabajo, por su parte, ha alcanzado cierta madurez, pero aún presenta desequilibrios. Aunque el 59,7% de las empresas ha identificado tareas que pueden realizarse en remoto, solo el 47,4% dispone de sistemas eficaces para medir la productividad en este formato. Desde Adecco advierten que, sin métricas claras, la flexibilidad puede percibirse como una pérdida de eficiencia.
La gestión del talento es el verdadero motor de la productividad. Las organizaciones que priorizan la reducción de costes sin invertir en formación, bienestar o motivación enfrentan altos niveles de rotación y pérdida de calidad. La clave está en construir modelos sostenibles que potencien el capital humano, la flexibilidad y la mejora continua. Solo aquellas empresas que entiendan que su talento es su principal activo lograrán una productividad sólida y duradera.
Cobertura desigual ante las ausencias
El 65% de las empresas afirma cubrir las ausencias de sus empleados, seis puntos más que el año anterior. Sin embargo, los criterios de sustitución varían:
- Solo un 20,5% realiza reemplazos de forma sistemática.
- Un 44,5% lo hace únicamente si la baja supera los 15 días.
- Un 35% limita la cobertura a casos excepcionales.
Las sustituciones constantes se observan sobre todo en empresas de entre 250 y 1.000 trabajadores y en el sector de la hostelería. En cambio, las sustituciones condicionadas por duración predominan en compañías medianas del sector alimentario. Las empresas más pequeñas o de gran tamaño, especialmente del sector servicios, tienden a aplicar políticas más restrictivas.
Picos de actividad: entre horas extra y movilidad interna
Ante aumentos puntuales de carga laboral:
- El 41,9% de las empresas recurre a las horas extra, aunque esta opción ha descendido respecto a 2024.
- La reasignación de personal interno previamente formado (25,8%).
- La contratación directa o a través de terceros (23,7%).
- Un 8,6% declara no registrar picos de trabajo.
Por sectores, las compañías industriales lideran las nuevas contrataciones, mientras que IT y Audiovisual apuestan por movilizar talento interno. Las energéticas destacan por el uso intensivo de horas extra. En el extremo opuesto, las empresas de menor y mayor tamaño, especialmente del sector servicios y actividades administrativas, son las que menos registran variaciones en la carga laboral.
Causas del absentismo: más allá de la salud
Aunque la enfermedad sigue siendo la principal causa de ausencia (50,8%), el estudio revela que la insatisfacción laboral (33,9%), la falta de estímulos (30,6%) y la rotación interna (24,6%) también tienen un impacto significativo. Estos datos apuntan a la necesidad de revisar los entornos de trabajo para fomentar el compromiso y la motivación.
Rotación y estabilidad: una cuestión de tamaño y sector
La mitad de los encuestados sitúa la rotación laboral entre el 10% y el 20%, mientras que un 30,8% la reduce al rango del 1% al 10%. Solo un 3,7% declara niveles superiores al 30%. Las empresas medianas (50–249 empleados) y los sectores IT, Audiovisual y Distribución concentran los niveles medios de rotación. En cambio, las compañías más pequeñas y las actividades no clasificadas tienden a mostrar mayor estabilidad.
Procesos más eficientes, plantillas más estables
El barómetro también refleja una creciente apuesta por la optimización de procesos. Un 59,8% de las empresas ya aplica metodologías para eliminar tareas sin valor añadido, frente al 32,1% del año anterior. Otro 29,2% está valorando su implementación. Las compañías de entre 50 y 1.000 empleados, especialmente en sectores como el industrial, IT y Audiovisual, lideran esta transformación.
Teletrabajo: avances con margen de mejora
El 59,7% de las empresas ha identificado tareas que pueden realizarse en remoto, aunque este dato ha descendido respecto al año anterior. Solo el 47,4% ha definido un modelo claro para medir la productividad en este formato. Las compañías de entre 250 y 1.000 empleados, del ámbito industrial y con actividad en IT y Audiovisual son las que más han avanzado en la implementación de medidas relacionadas con el trabajo a distancia.
