El bienestar corporativo tiene los días contados

Maite Sáenz21 febrero 20254min
bienestar corporativo
Por Maite Sáenz, directora de ORH.- En realidad, no existió nunca salvo en el imaginario de RR.HH. Tweets como el que reproduzco los leo todos los días en X y en LinkedIn también. A las generaciones más jóvenes no se la damos con queso y a los mayores, que lo son porque peinan realidad y experiencia, tampoco. De hecho, el bienestar corporativo no se pensó ni para unos ni para otros porque su principio fundacional e higiénico, el bienestar financiero, no aplica a los nuevos salarios ni a los que desaparecen. Si el foco son los de en medio, menudo plan de talento insostenible.

 

De toda la vida la relación laboral ha tenido unas condiciones de trabajo conocidas desde el principio (las del contrato) o descubiertas por el camino (las del clima laboral, el liderazgo, etc.). Mejores, peores, pésimas o excelentes, pero siempre condiciones. Y las condiciones, como define la RAE en una de sus acepciones, son las situaciones o circunstancias indispensables para la existencia de otras situaciones o circunstancias. Es decir, hablar de condiciones es establecer contrapartidas, que es lo que quieren decir los que enarbolan la campaña de “tu empresa es la que te paga el sueldo y punto” o lo que es lo mismo, “mira bien el equilibrio entre lo que te dan y lo que recibes, que no eres especial ni imprescindible”. La autenticidad, vía realidad contrastada, no les quita ni una coma.

En cambio, cuando nos referimos al bienestar corporativo transformamos la relación en un “no te preocupes por nada, que yo te cuido”, sin un quid pro quo a tanto catálogo; es un escaparate de beneficios sin narrativa de relación bidireccional entre las partes que le dé valor a lo que se ofrece. Falta equilibrio en ella, y no precisamente a favor de la empresa. Así es muy difícil vender estrategias de bienestar al CEO porque lo que en el fondo él quiere es inversión con retorno. ¡Vaya, lo mismo que el empleado de turno!

Lo peor de todo es que el bienestar no puede ser nunca una condición de trabajo ni tampoco parte de la retribución del empleado. Ni siquiera el bienestar financiero si lo llamamos así en vez de por su nombre real: condiciones económicas o, también, compensación total. Esto lo entiende todo el mundo pero el bienestar confunde porque es un estado del alma y cada alma es una, no es una aspiración colectiva. Lo único que se puede mancomunar son unas condiciones laborales sanas, con reglas claras y comportamientos éticos y responsables por ambas partes. Eso es la autenticidad verdadera, y no los relatos que se ponen de moda y generan ansiedad en RR.HH. cuando ven que los empleados, una vez que se acostumbran, no aprecian, y que sus CEO’s y compañeros del comité de dirección, que no se acostumbrarán nunca, desdeñan por no hablar el lenguaje transaccional que se traduce en la cuenta de resultados.

 


Observatorio de Recursos Humanos

ORH | Observatorio de Recursos Humanos

Desde 2006 trabajamos para ofrecer contenidos e información de valor para el profesional de la gestión de RRHH, con el convencimiento de que el conocimiento, en sus vertientes de creatividad, innovación y aprendizaje continuo, es el principal valor de una dirección eficaz.



Contacta con nosotros


Nuestros Otros Proyectos


Suscríbete al boletín

* campos obligatorios
Acepto las condiciones de uso y la política de privacidad


Síguenos en Redes Sociales