Paridad laboral: los cargos de directivas se incrementan un 31,9%
La mujer ha incrementado su presencia en cargos directivos un 31,9%, pero todavía no se atisba el alcance de la paridad laboral. Áreas como Recursos Humanos y Marketing acaparan sus preferencias en cifras muy superiores frente a las áreas dedicadas a las actividades industriales clásicas, siendo el factor edad el que provoca el abandono de la carrera por razones personales y familiares, así como por ofertas de jubilación anticipadas.
Estas conclusiones pertenecen al último informe elaborado pro Ceinsa, para el que ha analizado datos procedentes de 600 empresas privadas con una plantilla superior a 50 empleados.
Desde que esta consultora realizó el primer estudio hace ahora 30 años, la ocupación laboral femenina ha pasado del 9,5% en 1994 al 31,9%, lo que se traduce en un incremento del 235%. Este espectacular aumento pone de relieve el gran cambio social que ha experimentado nuestro país en estas tres décadas. Según Ceinsa, este aumento que fue más notable durante la primera década (1994-2004), poco después pasó a una fase de ralentización para repuntar en el último lustro (2019-2024).
Por tamaño organizativo, el informe destaca que a pesar de “constituir el tamaño de la organización una variable cuantitativa continua, no existe una relación lineal entre plantilla y porcentaje de presencia femenina, o lo que es lo mismo, el aumento de plantilla no implica una mayor presencia femenina en las empresas”.
Fuente: Porcentaje de ocupación femenina según el tamaño de la organización. Ceinsa, 2024.
Si se pone el foco en la situación geográfica, se recoge una relación positiva existente entre el grado de industrialización y la presencia de mujeres en cargos ejecutivos, situándose las tres comunidades con mayor densidad empresarial ‒Madrid, Cataluña y Euskadi‒ sobre la media del resto del país.
Fuente: Porcentaje de ocupación femenina en función de la situación geográfica. Ceinsa, 2024.
Sector de actividad, área funcional y rango
Los datos de este informe permiten ver cómo la actividad de la empresa es un factor muy influyente en la presencia de la mujer en puestos directivos, siendo ésta muy superior en las empresas de servicios y productos de gran consumo en comparación con las dedicadas a actividades industriales clásicas.
Estas diferencias pueden observarse también al analizar las distintas áreas funcionales, siendo las de recursos humanos, marketing y administración las más receptivas a la presencia de mujeres en puestos de mando.
Fuente: Porcentaje de ocupación femenina según el área funcional. Ceinsa, 2024.
Cabe destacar, sin embargo, que las cuatro áreas que en 1994 estaban prácticamente vetadas a las mujeres ‒gerencial, comercial, producción y técnica‒ son las que han tenido un mayor incremento en términos porcentuales, si bien la presencia de mujeres en ellos sigue siendo baja en relación con la presencia de hombres. Así, por ejemplo, solo un 12,9% de los gerentes son mujeres mientras que, en el área comercial, las mujeres siguen representando menos de un 18% de los empleos.
En este sentido, el informe de Ceinsa muestra una evidente correlación negativa entre el rango profesional y la presencia de mujeres en puestos de mando: cuánto más alto es el rango profesional del puesto, menores son las probabilidades de encontrar presencia femenina.
Factor edad
A mayor edad, menor tiende a ser la presencia de las mujeres, sentencia el informe. Entre las causas que provocan esta situación se encuentra el alto abandono femenino a mitad de carrera por circunstancias personales y familiares, así como su mayor adherencia a ofertas de jubilación anticipada.
Fuente: Porcentaje de ocupación femenina por grupos de edad. Ceinsa, 2024.
Josep Capell, CEO de Ceinsa, concluye: “La presencia de la mujer en cargos de responsabilidad es aún minoritaria en la empresa privada española, a pesar de su gran aumento en las últimas tres décadas. Si bien, los segmentos con menor presencia femenina en cargos ejecutivos han crecido proporcionalmente más que los situados en el polo opuesto, al partir de valores de inicio muy bajos en algunas variables este crecimiento proporcional no es suficiente para reducir significativamente las diferencias en términos lineales”.