La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) es el mayor organismo de cooperación multilateral entre países iberoamericanos de habla española y portuguesa, con más de 3.000 personas repartidas por 20 países. El objetivo de la OEI es colaborar con las políticas públicas de los gobiernos de los países miembro, a través de programas y proyectos de desarrollo basados en la educación, la ciencia y la cultura. En el ámbito empresarial, la OEI está interesada en impulsar modelos de organización que favorezcan el desarrollo de las personas que trabajan en ellas e impacten positivamente en su entorno. Con ese objetivo, colabora desde 2021 con los Premios Internacionales Empresa Saludable, Flexible y Sostenible, Premios SFS. Entrevistamos a Delia Carmona, directora de Personas, Organización y Gestión de Talento de la OEI.
ORH.- La OEI colabora con la organización de los premios Internacionales SFS desde su primera edición. ¿Qué papel juega la entidad en su desarrollo?
Delia Carmona.- Para nosotros es muy importante dar visibilidad a las iniciativas de empresas que están cuidando de sus empleados y de su entorno. Es importante poner el foco en los avances que se van dando en este ámbito y poder así animar a otras organizaciones a implantar este tipo de políticas e iniciativas.
ORH.- ¿Con qué medias de salud, flexibilidad y sostenibilidad cuenta la OEI para su plantilla?
D.C.- En el ámbito de la salud, trabajamos con un momento 360º de cuidado del empleado. En este sentido, organizamos jornadas de sensibilización sobre el cuidado de la salud; impartimos formación en prevención de riesgos laborales y difundimos consejos de salud. Además, hacemos reconocimientos médicos regulares y contamos con medidas que promueven el cuidado del empleado y su familia.
Por otra parte, la flexibilidad y sostenibilidad forman parte de los pilares de nuestra gestión. La flexibilidad es una herramienta con la que ofrecer una experiencia de empleado compartida en todas las geografías. Hemos acuñado el término «flexibilidad responsable», que se entiende como aquella flexibilidad que permite atender los compromisos profesionales y personales. Esto significa tener un entorno que permite alcanzar los objetivos profesionales, mejorar la productividad y al mismo tiempo, cuidar nuestra vida personal. La organización está globalizara y trabajamos en equipos formados por personas que viven en diferentes usos horarios. Y en esa realidad, es necesario que todos los empleados sean responsables y que la organización sea flexible.
En cuanto a la sostenibilidad, debemos tener especial cuidado en asegurar la sostenibilidad de todos los proyectos que ponemos en marcha desde todos los ámbitos: medio ambiente, financiera, social.. Por el tipo de organización que somos, la sostenibilidad debe ir en nuestro ADN. Queremos dejar un mundo mejor a las siguientes generaciones y que los equipos que se incorporen a la OEI en el futuro, encuentren estructuras y proyectos sostenibles y duraderos que sigan promoviendo la cooperación internacional.
Tracción española y europea
ORH.- ¿Cuál es en su opinión, la penetración de las políticas de bienestar en los países Iberoamericanos?
D.C.- La OEI, junto con las entidades locales y otros organismos e instituciones trabaja para un mayor bienestar en las diferentes regiones. Nuestro foco es la educación, la ciencia y la cultura, que consideramos son la base de sociedades sostenibles y prósperas. Y una sociedad sostenible y próspera mejora el bienestar de las personas. Somos conscientes de la diversidad y la riqueza cultural y social de cada uno de los países en los que estamos presentes. El respeto a esa riqueza, la comprensión de esas realidades diferentes, nos ayuda a una mejor implantación y colaboración de nuestros proyectos en los distintos ámbitos de trabajo.
ORH.- ¿Qué países iberoamericanos considera que están más avanzados en materia de flexibilidad y teletrabajo?
D.C.- Desde la pandemia, los entornos laborales de todos los países están evolucionando muy rápidamente en esta materia, coexistiendo distintas realidades en la región. En general se observa una evolución en todos los países hacia políticas más flexibles y que permitan una mayor autonomía en la organización del trabajo por parte de los empleados.
ORH.- En España empiezan a generalizarse las políticas de sostenibilidad social como herramienta de atracción y retención de talento. ¿Cuál cree que es la situación en los países iberoamericanos?
D.C.- Hay una tendencia clara de implementación de estas políticas por el efecto tractor que producen las empresas españolas y europeas que operan allí y que las incluyen como parte de su propuesta de valor al empleado. Poco a poco, estas propuestas van cobrando mayor relevancia, especialmente en determinados sectores. Además, son cada vez más los empleados que están interesados en trabajar en compañías que se preocupen por la sostenibilidad. Es cada vez más habitual que en los procesos de selección hagan preguntas al respecto. Es una conversación cada vez más habitual en todos los ámbitos.
El reto de la capacitación continua
ORH.- En el ámbito de la formación, ¿Qué retos se plantean para los próximos años?
D.C.- La formación siempre plantea retos por la evolución de los perfiles y la preparación e intereses de las nuevas generaciones. Es una realidad que la tecnología ha venido a cambiar la forma en la que aprendemos, tanto en la infancia como en la edad adulta. Vivimos más años y la etapa laboral cada vez es más extensa y menos lineal, lo que nos demanda un aprendizaje continuo. tanto de materias técnicas, como las denominadas power skills. El principal reto para las empresas es capacitar a sus empleados de forma continua para que puedan seguir aportando valor.
ORH.- ¿Cuál sería su mensaje para las empresas de Iberoamérica que estén pensando si presentarse o no a los premios SFS?
D.C.- Les animaría a que lo hicieran. Es una oportunidad para poner en orden todo lo que están haciendo y compartir con los equipos las iniciativas que ya tienen implantadas. También es relevante el aprendizaje que resulta de escuchar qué hacen otros, qué dificultades encuentran, qué beneficios obtienen, cómo miden los resultados y después, trasladar a sus organizaciones todo ese aprendizaje.