A veces una preposición lo cambia todo. Desde los 70 y hasta principios de los 2000 el gran reto de las empresas de todo el mundo era aparecer en los primeros puestos de los rankings que las situaban a la cabeza del entramado económico por volumen de negocio, expansión internacional, capital invertido… Sin embargo, desde que en 2015 todos los estados miembro de la Organización de Naciones Unidas (ONU) firmaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, se ha producido un cambio de tendencia. Ya no parece tan importante estar entre las mejores empresas DEL mundo, sino que lo que vende, lo que convence al consumidor para comprar productos y servicios; y a los empleados, para ser productivos y sentir orgullo de pertenencia con la marca empleadora, es convertirse en las mejores empresas PARA el mundo.
No nos engañemos. La rentabilidad sigue siendo el foco de cualquier empresa. Lo que ha cambiado es la forma en que las compañía creen que pueden llegar a alcanzar esa rentabilidad. Y el papel de la función de recursos humanos es clave en este nuevo paradigma empresarial porque el talento se ha convertido en el gran objeto de deseo de las compañías.
Una vez que las redes sociales se convierten en un vehículo incontrolable de información masiva, universal y en tiempo real de casi todo lo que pasa, es muy difícil pasar por alto todo aquello que puede afectar significativamente a la imagen de marca. El trabajo infantil en países en vías de desarrollo, la tala indiscriminada de las selvas, el uso de aceite de palma en alimentos infantiles o el fomento de la esclavitud en las minas de cobalto, son algunos de los grandes escándalos que han salpicado a marcas, hasta ese momento prestigiosas, del sector textil, alimentario o tecnológico. Y si. Algunas de estas marcas, como Inditex o Nike han sido capaces de superar y reconducir la crisis de prestigio sufridas por sus marcas. Pero su ejemplo de mala práctica, siempre aparecerá en Internet.
Tendencia y no moda
La preocupación por acabar con las malas prácticas empresariales han llevado al desarrollo por parte de las instituciones, de un marco legislativo , de modelos de normalización y certificación de procesos para promover comportamientos éticos. En nuestro país, la punta de lanza fueron las políticas ambientales y las normas UNE que nacieron a mediados de los 80. En 2023, se puso en marcha un Anteproyecto de Ley para regular el marco de información corporativa sobre cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. Un año antes, en enero de 2022, se hizo obligatorio el reporte de información no financiera de todas las sociedades – anónimas, de responsabilidad limitada y comanditas por acciones- que durante el año fiscal inmediatamente anterior hubieran tenido una media de 250 personas trabajadoras en sus plantilla.
Y acompañando a todo ese proceso exógeno, está el cambio cultural que toda compañía debe propiciar para conseguir resultados. Alinear la estrategia de la empresa con la cultura implica de manera clara al departamento de RRHH que debe capacitar a las personas de la organización para que contribuyan con su desempeño a esos nuevos objetivos, y atraer nuevo talento con ese mimos enfoque.
El modelo SFS
Aquellas empresas que persiguen cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible necesitan un modelo de gestión de talento que de soporte a la organización. Una propuesta de valor al empleado basada en la salud (bienestar físico y emocional); la flexibilidad (horaria y espacial y teletrabajo) y la sostenibilidad social (par devolver a la sociedad parte de lo que la empresa recibe de ella) se ha convertido en un modelo de gestión de talento alineado con los ODS. Una empresa que no cuida de las personas que trabajan en ella y que por tanto, le son más próximas, difícilmente se preocupara por cómo su actividad afecta al medio ambiente o a la sociedad.
ORH y CVA, en colaboración con el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2023, la Organización de Estados Iberoamericanos y la CEOE, organiza los Premios Internacionales Empresa SFS con el objetivo de detectar, reconocer y difundir las mejores practicas empresariales en materia de Salud, Flexibilidad y Sostenibilidad. Por cuarto año consecutivo, las empresas han respondido a la convocatoria completando un exhaustivo cuestionario que recoge información sobre la estrategia de bienestar, su nivel de implantación e indicadores; la flexibilidad horaria, beneficios sociales y modelo de organización del trabajo; cultura corporativa y propuesta de valor al empleado a través de la acción social y el voluntariado. Además, las empresas han tenido que pedir la participación a sus empleados porque ellos deben validar la información de la empresa y, finalmente, la organización lleva a cabo una entrevista personal para profundizar en el alcance del modelo SFS en la estrategia organizativa.
La IV Edición de los Premios Internacionales Empresa SFS, patrocinados por AENOR; Savia y Betterfly, se entregarán en Madrid, en un acto en la sede del Ministerio, el próximo 11 de diciembre. En el transcurso del acto se darán a conocer las empresas ganadoras de esta edición en sus categorías de empresa grande, mediana y pequeña, y los asistentes podrán conocer las claves de su éxito en la implantación del modelo SFS. Las galardonadas pasarán a formarte del selecto grupo de las empresas mejores PARA el mundo.