En los últimos años, las políticas de bienestar han ganado protagonismo en el mundo corporativo. Después de la pandemia, incluso las empresas que no se habían planteado avanzar en materia de salud empezaron a definir estrategias que fueran más allá de los planes de PRL o de los seguros de salud y se adentraron en el ámbito del bienestar incorporando el cuidado físico y mental, así como otros servicios cada vez más sofisticados. Todo ello en el marco de una estrategia de marca de empleador en la que la comunicación, interna y externa, vira hacia el marketing para posicionar la oferta de valor al empleado. El objetivo: atraer talento en el primer caso y generar cultura de cuidado en el segundo. De fondo, y no menos importante, gestionar el siempre complejo binomio salud y productividad.
Indudablemente las campañas desplegadas con las organizaciones han contribuido a vehicular la preocupación del empleado por su salud hacia su corresponsabilidad, siendo una muestra evidente de ello la evolución alcista de las primas contratadas como parte de un plan de compensación flexible. Pero también adolecen de una visión estratégica que se hace patente en la sobresaturación de información que produce. La política de retribución tiene un potencial comunicativo decisivo para el compromiso del empleado y no sólo eso; además, bien canalizada, refuerza la cultura corporativa de una forma mucho más concreta que otras propuestas internas. La realidad es que los mensajes compiten entre ellos y teñidos de la creatividad más propia del marketing de clientes que orientados a la experiencia del empleado.
Recursos Humanos tiene un importante talón de Aquiles en la falta de expertos en comunicación interna, que suple recurriendo a otras áreas como comunicación externa o marketing. El resultado se traduce en mensajes construidos para conseguir leads, clientes externos cuya decisión de compra es inmediata y volátil, que poco o nada tienen que ver con lo que mueve a la acción y a la reacción al mal llamado “cliente interno”. Así lo advierte el Informe ORH «El futuro del seguro de salud como beneficio corporativo. Perspectivas integradas», elaborado con la colaboración de iSalud y Sagardoy Abogados, en el que se identifica a la comunicación interna como una actividad estratégica para acompañar el objetivo y el propósito de este elemento de la retribución.
Generar cultura de salud no debería ser un reto independiente de los demás objetivos de la organización. Si ésta es un sistema vivo, que lo es, los procesos que le dan vida se retroalimentan entre sí, generando una cadena causa efecto entre los ratios de negocio y los indicadores de bienestar. Este es el reto de gestión estratégica que ha de saber traducir con lenguaje propio la comunicación interna.
¿Por qué invertir en una estrategia de comunicación para comunicar el valor del seguro médico?
El Informe ORH «El seguro de salud como beneficio corporativo. Perspectivas integradas» ha sido elaborado por iniciativa de iSalud y con la colaboración de Sagardoy Abogados, y da voz a los tres principales actores del sector, aseguradoras, centros asistenciales y empresas usuarias para analizar los escenarios, la normativa y los retos que condicionan el futuro del que es considerado el beneficio más valorado por los empleados.
En él encontrarás:
- Análisis de los retos en tres escenarios: sectorial, normativo y corporativo.
- Comentario normativo: Consideraciones laborales y fiscales del seguro de salud como beneficio para el empleado
- Tendencias en los seguros de salud corporativos:
- Planes flex para customizar la oferta.
- Cultura de salud para contener el coste de las primas.
- Comunicación para crear cultura de bienestar.
Como ya es habitual en los informes ORH, contiene un diseño multiformato para leer un análisis de las tendencias en profundidad elaborado por los directores técnicos, un resumen infográfico a modo de guía de consulta rápida pero condensada, y un video resumen para facilitar su consulta. Todo ello se puede descargar de manera gratuita en siguiente enlace: