La Línea 6 del Metro de Madrid reabrirá el 20 de diciembre, tras varios meses de obras, marcando un punto de inflexión en el transporte metropolitano. La conocida línea “Circular” retoma su servicio después de una modernización integral que la prepara para convertirse en la primera línea automatizada de toda la red madrileña, un avance clave hacia el modelo de metro inteligente.
Automatización sin pérdida del factor humano
Aunque la automatización transformará la operación ferroviaria, no supone la desaparición del maquinista. Su papel evoluciona, pero sigue siendo esencial. La experiencia, la supervisión y el conocimiento técnico de estos profesionales continúan siendo pilares para garantizar un servicio seguro, eficiente y de calidad.
El secretario general del Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid (SCMM), José Luis Cejudo, lo resume así: “Esta transición no significa el fin del maquinista, sino el comienzo de una nueva etapa. Seguiremos siendo fundamentales en el control, la supervisión y la respuesta ante cualquier incidencia. La tecnología ayuda, pero el factor humano sigue siendo insustituible”.
El nuevo rol de los maquinistas: transición progresiva hasta 2027
Cejudo aclara que, tras la reapertura, “la situación de los maquinistas continuará siendo la misma que hasta ahora, nuestro trabajo no cambiará en un principio”.
Hasta que finalice la instalación de mamparas de andén, puertas automáticas y trenes sin conductor, los maquinistas seguirán a bordo, garantizando la seguridad y supervisando el funcionamiento de los nuevos sistemas.
Hacia el rol de OLAR
En 2027, una vez completada la infraestructura, los maquinistas pasarán a desempeñar un nuevo puesto: Operadores de Línea de Alta Regularidad (OLAR). Este rol implica:
- Presencia en estaciones (un OLAR por cada cuatro).
- Supervisión de los sistemas automáticos.
- Intervención ante incidencias.
Para acceder al puesto, deberán superar un proceso de selección y formación específica. Quienes no pasen a ser OLAR serán reubicados en otras líneas del metro.
Además, los maquinistas mantendrán la capacidad de operar manualmente las instalaciones —mamparas, trenes o sistemas automáticos— cuando sea necesario.
Una transición tecnológica con rostro humano
La automatización de la Línea 6 se sustenta en:
- El sistema de señalización CBTC GoA 4.
- La renovación de la catenaria.
- La modernización integral de vías.
- La incorporación de trenes sin cabina de conducción.
Aun así, el sindicato insiste en que la tecnología no sustituye la aportación humana. Cejudo lo expresa así: “La tecnología es un gran aliado, pero nunca podrá sustituir el criterio, la empatía y la capacidad de reacción de un maquinista ante una incidencia o una emergencia. Nuestra labor evoluciona, pero sigue siendo esencial. Somos quienes velamos por la seguridad de los pasajeros, quienes damos confianza y cercanía en cada trayecto”.
Desde el SCMM subrayan que el éxito del proyecto dependerá de la convivencia equilibrada entre innovación y talento humano: “La automatización no sustituye el talento, lo transforma”.
Un modelo de transporte que combina modernidad y humanidad
La reapertura de la Línea 6 simboliza la evolución del metro madrileño hacia un sistema más moderno, eficiente y tecnológicamente avanzado, sin renunciar al valor del factor humano. La Línea 8 podría ser la siguiente en iniciar este proceso de automatización, aunque aún no existe una fecha definida.