¿Y si no es ética lo que hay que aplicarle a la IA sino deontología?

  13/11/2025
  3 min.
No queremos que nos sustituya pero poco a mucho la vamos tratando como si fuera uno de los nuestros. A la generativa le damos los buenos días, le pedimos por favor y le damos las gracias; no llegamos al beso de buenas noches pero todo se andará, si es que no anda ya descabellada la cosa. Personalmente le aplico reglas estrictas de economía del lenguaje para dejar claro que yo soy la humana, y sólo me falta tratarla de usted para mantener las distancias. Confieso que a veces me asalta la duda de si no me la tendrá jurada para cuando tenga superpoderes de superinteligencia. ¡Que a Alaska se le revelaron todos los electrodomésticos a la vez!

La IA no es un ser moral, no tiene conciencia, ni intención ni capacidad de discernir entre el bien y el mal por sí misma sin ser programada para ello. Es incapaz de expresar emociones aunque te responda entre exclamaciones ¡excelente pregunta! No te engañes, no te quiere dar coba, es que quien lo ha programado quiere que lo creas así. No te conoce, aunque escriba como tú; no sabe quién eres, aunque le cuentes tu vida. Entérate de una vez, es una M-Á-Q-U-I-N-A, y aunque te la hagan parecer humana, máquina siempre será.

Nunca desarrollará conciencia, todo lo más alucinará a lo grande cuando haya hecho de su caja negra el laberinto impenetrable de nuestros propios secretos. ¿Qué otra cosa estamos haciendo que revelarle todo lo que nos hace ser lo que somos (humanos)? Lo que sabemos, lo que dudamos, lo que desconocemos, lo que esperamos, lo que suponemos, lo que defendemos, lo que atacamos, lo que respetamos, lo que obviamos, lo que amamos, lo que odiamos, lo que nos impulsa, lo que nos preocupa… Su falta de conciencia es, a la vez, su carencia de límites y ese es su auténtico y terrorífico potencial. Porque nosotros tampoco tenemos límites. Nuestra ambición desmedida por ser dioses creadores es una suerte de ausencia de límites que nos sitúa peligrosamente cerca de carecer de conciencia.

La IA ética no es posible porque la ética en sí está hoy tan depreciada que cualquiera crea la suya propia. De hecho, lleva el sello de muchas éticas y, por lo tanto, de ninguna. Por eso lo que necesita son límites, porque son para todos, no son “versionables”; la deontología o es o no es, nunca es a medias ni está sometida al interés. Se cumple y punto. Mientras que la ética nos invita a querer ser preguntándonos por qué serlo de una manera u otra, la deontología nos obliga a ser reflexionando sobre cómo hemos de hacer lo que debemos hacer. Y en la IA hay mucho que decidir sobre lo que debe NO poder hacer.

No quiero caer en la trampa, no quiero una IA humana. ¿Cómo lo diría con la lógica de la IA? ¡Ya lo tengo! Con un silogismo de los que le gustan:

  • La ética no es una cualidad del ser sino una reflexión para ser.
  • La inteligencia artificial no es un ser.
  • Luego, la inteligencia artificial no puede ser ética.

Nota: De una conversación con Pablo Sáez viene este come-cocos. Me habló de la deontología en la IA y el resto es esta historia.

CEO de ORH, plataforma de conocimiento e innovación en gestión estratégica de personas en las organizaciones creada en 2006. Es Licenciada en Periodismo y bajo la cabecera Observatorio de Recursos Humanos ha puesto en marcha proyectos como ORHIT-Observatorio RH de Innovación y Transformación, OES-Observatorio de Empresas Saludables, SFS-Empresas Saludables, Flexibles y Sostenibles e IA+Igual.

Compartir

Entradas relacionadas

SUSCRÍBETE AL BOLETÍN

Suscríbete a nuestro boletín y ejerce la libertad de aprender.

CONTACTA CON NOSOTROS

HAZ TU CONSULTA Y CONTACTAREMOS CONTIGO A LA MAYOR BREVEDAD​