A causa de la crisis del coronavirus, un millón de personas han perdido su empleo en España durante los últimos doce meses. No solo eso, sino que otros 800 000 trabajadores se encuentran sujetos a un ERTE (expediente temporal de regulación de empleo), con altas probabilidades de quedar también en desempleo si la crisis sanitaria dura más de lo previsto.
Esta circunstancia hace que sean muchos los ciudadanos que precisan de la ayuda de un orientador o técnico laboral, al objeto de intentar encarrilar su futuro profesional. Y esto, paradójicamente, implica que especializarse en orientación laboral supone ahora mismo una excelente oportunidad para encontrar trabajo.
Qué hace un orientador laboral
El orientador o técnico laboral ayuda a los desempleados a buscar empleo de forma activa y totalmente guiada, explorando todas las posibilidades existentes en el mercado laboral: empleo privado, empleo público y autoempleo. Para ello, debe tener profundos conocimientos en las siguientes áreas:
- Técnicas proactivas de búsqueda de empleo
- Capacitación y formación de personas desempleadas
- Normativa y políticas de empleo españolas y europeas
- Tipos de contratos laborales y modalidades de empleo y autoempleo
Una vez que el orientador conoce la formación y la experiencia previa del solicitante de empleo, es cuando aplica sus conocimientos para optimizar el proceso de búsqueda, adecuándolo a las características del desempleado. Esta tarea incluye labores de capacitación y mejora de habilidades del candidato, al objeto de que pueda acceder a puestos o sectores para los que anteriormente no estaba suficientemente preparado.
Ofertas de trabajo para orientadores laborales
Una parte importante de las ofertas de trabajo como orientador laboral provienen de las instituciones públicas. Los técnicos laborales son requeridos por los servicios sociales de los ayuntamientos, las consejerías de empleo de las comunidades autónomas, los servicios de reinserción de centros penitenciarios, y por los diversos organismos que desarrollan planes de empleo público.
Trabajar para esas instituciones es, en muchas ocasiones, el primer paso para obtener una plaza como funcionario público. Si esa es tu intención final, es aconsejable que completes tu formación. A tal efecto, los centros formativos españoles ofertan un amplio catálogo de cursos homologados para oposiciones.
No hay que olvidar que un orientador laboral también puede trabajar para la iniciativa privada. Algunos ejemplos son las firmas de recursos humanos, las empresas de trabajo temporal, las asesorías laborales, e incluso los sindicatos.
Consejos para formarse en orientación laboral
En España existen muchos centros que ofrecen este tipo de formación. Además del precio, deben tenerse en cuenta más factores:
- Solidez y prestigio del centro educativo: elige un centro bien conocido y de trayectoria consolidada.
- Tipo de Titulación: es importante que además del título propio del centro, este vaya acompañado de alguna titulación oficial, preferentemente de índole universitaria.
- Utilidad para oposiciones: de igual forma, es muy valorable que el título obtenido aporte alguna puntuación adicional, en caso de presentación a unas oposiciones.
- Finalicemos con el ejemplo concreto de un curso que cumple con los anteriores requisitos, y que es impartido por el centro Red Educa. Tras superar este curso, el alumno obtiene:
- Un título propio de Postgrado en Orientación Laboral, expedido por el centro formativo.
- Un título universitario en Orientación Laboral, con cuatro créditos universitarios, expedido por la Universidad Antonio de Nebrija.
Este último título, además, es puntuable con hasta 0,5 puntos en las oposiciones de acceso a la función pública docente.
No te conformes nunca con menos. Porque es muy importante estar bien formado, pero poder acreditarlo es poco menos que imprescindible.
