¿Inspiras o expiras? Si eres líder, directivo, gerente o simple jefe sabes a lo que me refiero. La literatura del management te sitúa en un altar y los decálogos del buen líder te exigen emanar épica por los cuatro costados de tus habilidades; de palabra y de acción y sin opción al error ni al perdón. Pero también te agotas, tanto o más que los que te exigen que siempre tengas las pilas cargadas. Prototipar líderes es un ejercicio facilón que, por primera vez en mucho tiempo, nos da una alegría de realidad con una nueva terna de competencias más prosaicas y menos.
“Los líderes corren de una reunión a otra sintiéndose como asistentes de comedor para alumnos de una secundaria rebelde”. Un magnífico símil para expresar un sentimiento generalizdo en quienes están al frente de organizaciones y equipos. En un artículo publicado por la Sloan Review, Melissa Swift, al frente de la práctica de Fuerza Laboral y Organización de Capgemini Invent para América del Norte, resume sin anestesia alguna de las causas que están haciendo aún más movedizo el terreno que pisan los líderes: el aumento exponencial de la complejidad empresarial, la disminución del civismo y las interrupciones tecnológicas intrusivas y generalizadas. Así, ¿cómo es posible mantener el orden, y mucho menos guiar a los empleados en un viaje inspirador?
Su contribución a las habilidades del buen líder es un soplo de aire fresco con más realidad que romanticismo:
- El líder que anima de verdad.
- El líder como arqueólogo de la verdad.
- El líder como estratega.
- El líder cuerdo.
El líder que anima: escucha para que te escuchen
“Los conceptos básicos para mantener a tu equipo con energía no han cambiado. Pero el entorno en el que lo estás haciendo ciertamente lo ha hecho. El trabajo en 2024 ha sido ruidoso”, explica Swift. Los jefes compiten por la atención de sus colaboradores a todas horas, entre decenas de correos electrónicos diarios, llamadas, reuniones y prioridades. Los empleados también tienen que sofocar fuegos y lograr su atención puede ser tan complicado como hacerse entender con la música a todo volumen.
Qué hacer: No te parapetes en la tecnología ni te dejes caer por el sumidero del tsunami diario. Saludar siempre, dar las gracias, compartir un café a media mañana, preguntar por el niño que está enfermo o por la mudanza, o por las vacaciones… Los detalles importan y mucho porque sobre ellos se construyen las relaciones humanas más allá de las jerárquicas, y porque también generan el espacio para que nos escuchen cuando nos interese. Junto con las comunicaciones corporativas asépticas y anodinas, crea tu propio estilo con comunicaciones más cortas, más frecuentes y variadas en cuanto a canales. Eso sí, no quieras ser otro: juega en un terreno que sea auténtico para ti. ¡La autenticidad no es unitalla!
Líder como detective: llegar a la verdad
El data driven no es el oráculo del líder ni cada decisión es más inteligente sólo por estar basada en datos. Muchos de ellos son cuestionables por incompletos o sesgados o estar repartidos de tal manera que la visión de conjunto es un ejercicio jeroglífico. La visión parcelada es una realidad para muchos directivos que ven su celda pero no el panal entero, por lo que los diferentes flujos de datos alumbran realidades paralelas que dificultan la mejor toma de decisiones o, cuando menos, la más correcta.
Qué hacer: La organización orientada al dato necesita pensar como un científico de datos con pátina “de letras”: haz las preguntas adecuadas, las que sean necesarias, las que permitan obtener información más estructurada y metódica. “No tengas miedo de preguntar de dónde provienen los datos, cuáles podrían ser las brechas en un conjunto de datos o qué tipos de análisis se realizaron para llegar a los números que estás viendo. Comprueba las hipótesis y lee detrás de las cifras”.
El líder estratega: pensando para llegar
¿De quién es la estrategia en estructuras organizacionales matriciales de hasta cuatro o cinco dimensiones? Pues eso. Hacemos de los líderes estrategas napoleónicos al frente de un único frente, cuando la realidad es que entre la estrategia y el fuego (o los fuegos) llevan a descomponer hasta el infinito los esfuerzos para mantener el foco. Sumémosle el entorno cambiante y los datos fluctuantes y tendremos la complejidad de ser estrategia elevado al infinito.
Qué hacer: Date espacio y date tiempo para pensar entre tanta actividad táctica. “La estrategia no es un perro al que hay que pasear dos veces al día, sino que puede ser una planta que hay que regar un par de veces a la semana. La métrica de fuerza bruta de cuánto tiempo dedicas a la estrategia es quizás la única forma de aferrarte a tus objetivos, día a día y semana a semana”.
El líder como ser humano: manteniéndote cuerdo
El primer gran y enorme desafío del líder es mantener su bienestar mental. Inspirar sin defraudar, mandar sin explotar, decidir sin equivocarse… demasiada presión para cualquier mortal, y los líderes lo son. El agotamiento también les afecta, la sobrecarga de tareas, los conflictos internos, las sorpresas inesperadas, incluso tienen derecho a reflexionar sobre su porqué de vida.
¿Qué hacer? Hay quien dice que la IA viene en su auxilio pero no para tomar decisiones por ellos sino para darles agilidad mental. Otros piensan que el nivel retributivo lo compensa todo o, peor aún, que obliga a todo. Y muchos, la mayoría, hacen de los hábitos de vida saludable una nueva obligación (que debería serlo, pero a medida). Seamos realistas, los líderes y el resto de los mortales hemos de encontrar el equilibrio mental buscando en nuestro interior. Como termina diciendo la autora del artículo, “sería una negligencia profesional de mi parte recomendar el cuidado personal. Hemos llegado a un punto en el que el problema es de naturaleza sistémica”, y no podemos pensar en abordarlo simplemente velas aromáticas, clases de yoga, meditación o una dieta proteica.
“Los líderes deben elegir sus batallas en el trabajo, trazando sus límites en él, centrándose en lo que debe hacer y defendiendo lo que no puede sacrificar de su vida en nombre de hacer lo que se debe hacer. Cuando haces todo esto apoyas la cordura de las personas que te rodean”.