La experiencia empleado se ha convertido en una de las estrategias estrella de recursos humanos. El objetivo es construir el «producto» más atractivo posible para atraer y retener talento a la organización. Sí. Ha leído bien. «Producto». Si hablamos de cliente interno, ¿por qué no entender la experiencia empleado como un «producto» hecho a la medida de ese cliente? Es más, ¿podemos utilizar estrategias comerciales para generar impulso de «compra» de nuestra compañía en el talento que queremos captar?
Analicemos la propuesta. Está claro que en los departamentos de marketing están orientados a ofrecer el producto o servicio de la empresa a los consumidores. Y también que, junto al departamento comercial, suelen ser los niños mimados de la compañía porque generan ventas y por tanto, negocio. Sin embargo, lo cierto es que una buena estrategia de marketing interno repercute en la salud de la organización y contribuye a alcanzar una serie de objetivos que acaban impactando en la cuenta de resultados.
Ser contratado por una empresa, desarrollar en ella una carrera profesional y condicionar tu vida personal a esa elección es una de las mayores decisiones de compra que las personas deben hacer a lo largo de su vida. Según People Managing People, es suficiente razón para que los equipos de recursos humanos se centren en construir, mantener e iterar sobre la «experiencia empleado» en su organización con el objetivo de que sea el mejor producto de venta del mundo (o de su sector, si no son tan ambiciosos).