Según el reciente estudio de Mercer Sustainable Labour Cost Management 2020 sobre tendencias en gestión de costes laborales y reestructuraciones empresariales, dos tercios de las empresas españolas (frente a un 53% en el resto de Europa) prevé la desaceleración de sus negocios en los próximos seis meses como consecuencia de la pandemia, motivo por el cual más de la mitad (54%) ya se han planteado objetivos de reducción costes laborales hasta que desaparezcan las restricciones comerciales impuestas por los gobiernos. A corto plazo, el 70% de las compañías ya han aplicado medidas como la congelación de nuevas contrataciones, mientras un 40% se ha inclinado por paralizar las asignaciones internacionales. En menor medida, el 10% ha implementado permisos temporales voluntarios, retribuidos o no, y otro 10% ha reducido su plantilla de contingencia, frente al 52% y 48%, respectivamente, de sus competidoras en el mercado europeo.
“Antes de llevar a cabo una reestructuración, las empresas deben hacer un análisis exhaustivo de los costes implícitos para poder adoptar las medidas más adecuadas”, asegura Rosa Farré, responsable de desvinculaciones en Mercer. “En Mercer disponemos de toda la información de mercado necesaria para diseñar un plan estratégico alineado con la estrategia de negocio”.
Frente a esta desaceleración, cerca del 14% de las encuestadas creen que la actual coyuntura les permitirá crecer, motivo por el cual más de un tercio (41%) apuestan por el crecimiento orgánico y más de la mitad están implementando una estrategia de transformación digital y tecnológica.
Sin embargo, otras se están inclinando por medidas más drásticas o transformadoras; así, algunas empresas españolas han incrementado en un 18% sus despidos individuales. No obstante, dos de cada diez se muestran más favorables a medidas de menor impacto, como son los planes de jubilación anticipada, mientras sus competidoras europeas lo aplican en menos proporción, sólo un 11%.
Los expertos de Mercer consideran los programas de prejubilación una excelente alternativa para controlar costes durante procesos de reestructuración empresarial. Así ha quedado patente durante el webinar ‘Gestión sostenible de costes laborales y oportunidades para reinventar tu organización’, celebrado el 22 de septiembre y durante el cual se presentaron los resultados del mencionado estudio con el objetivo de orientar a las empresas españolas acerca de los mecanismos más indicados para reducir costes y acelerar su adaptación a la nueva normalidad.
En mayo pasado, durante la presentación del ‘Estudio de Mercado sobre Desvinculaciones para el período 2018-2020’, Mercer anticipó que los planes de prejubilación son un mecanismo idóneo para evitar los elevados costes implícitos en los despidos colectivos, y que son además un mecanismo óptimo para rejuvenecer sus plantillas y así adecuarlas a las nuevas necesidades digitales del momento. Además de favorecer la paz social, al ser acordados de mutuo acuerdo entre trabajador y empresa. Sin olvidar su contribución a preservar la reputación y buena imagen empresarial.
Otro mecanismo ampliamente utilizado por las empresas españolas son los ERTE gracias al impulso de la reciente legislación. Actualmente, cerca del 24% de los trabajadores españoles están afectados por un ERTE. No obstante, España no es el país a la cabeza esta práctica. Países como China, EE.UU y Latino América han empleado sistemas muy similares. En Europa, Suiza alcanzó el 48% de su población activa en esta situación; mientras Alemania, Francia e Italia alcanzaron los 10, 11 y 8 millones de trabajadores afectados respectivamente.
Según Gloria Villar, abogada laboral en Mercer, “todas las medidas recientemente aprobadas tienen como objetivo disuadir los despidos mediante el establecimiento de costes adicionales, posicionando las prejubilaciones como el mecanismo ideal en estos tiempos de ahorro en costes empresariales”.
El objetivo de los ERTE es disuadir a las empresas de llevar a cabo despidos masivos. En esta misma línea actúan los programas de salidas voluntarias o prejubilaciones, que evitan la ejecución de un ERE y sus elevados costes derivados del pago del Convenio Especial con la Seguridad Social, la aportación extra al Tesoro Público y la correspondiente indemnización por despido. Unos costes bastante elevados que pueden ascender a los 80.000 euros por empleado.
Finalmente, el Estudio también refleja una reducción importante de incentivos y bonus a empleados del 18% y del 36% respectivamente. Aunque la mayoría de las empresas, tanto en España como el resto de Europa, han promovido medidas de apoyo tales como el teletrabajo, el cuidado de la salud mental, el bienestar financiero y la atención médica. También han aplicado periodos vacacionales obligatorios (30%) a trabajadores durante periodos de baja actividad.
En este contexto de adaptación, los departamentos de recursos humanos se están convirtiendo en una pieza clave para planificar la fuerza laboral de forma estratégica y poner el foco en la retención y atracción del talento. La comunicación con el empleado será fundamental para poder reestructurar la organización empresarial mediante la co-creación y la implementación de sistemas agile de trabajo, mejorando así la eficiencia del negocio y optimizando costes mediante la revisión de sus sistemas de compensación y retribución de forma consensuada.