Por Gema Jiménez, directora de Desarrollo de Negocio Health & Benefits en WTW España.
El confinamiento por la pandemia cambió sustancialmente la relación entre empresas y empleados. La digitalización y el teletrabajo han hecho emerger nuevas aproximaciones a la flexibilidad laboral, con más confianza en la autonomía y la responsabilidad del trabajador y horarios menos encorsetados que permiten dar grandes pasos hacia la tan necesaria conciliación entre vida personal y profesional.
Y, en este contexto, gana peso un modelo que, sin ser nuevo -empezó a definirse como tendencia por la consultora The Future Lab ya en 2009-, está cada vez más estandarizado. Se trata de los viajes bleisure. El neologismo, introducido a principios de 2018 en el diccionario de Cambridge de la lengua inglesa, resulta de unir los términos business y leisure, y viene a definir un tipo de viaje que, aunque realizado por motivos de negocios, ofrece a su vez experiencias de ocio, descanso y turismo.
Según datos publicados recientemente por la revista Forbes, un 89 % de los trabajadores que tienen que realizar viajes por negocios -y pueden hacerlo- los alargan con días de vacaciones. La prestigiosa publicación también recoge los datos de Travel Edge Network que arrojan que, en 2022, el interés por los viajes bleisure ha aumentado un 25 %.
Con estos datos, no es difícil entender que facilitar a los trabajadores la opción de ampliar sus viajes de negocio sumando días de sus vacaciones, e incluir esta opción en los modelos de beneficios para empleados, es una buena forma de aumentar su nivel de compromiso y satisfacción y de incrementar su fidelidad hacia la empresa, aspectos que redundan a medio plazo en la productividad.
Hay diferentes estudios que muestran que combinar los viajes de trabajo con actividades de ocio y disfrute reduce el estrés de los empleados durante unos desplazamientos por negocios que pueden resultar agotadores, con agendas complicadas, pocas horas de descanso y, en muchas ocasiones, fuertes jet-lags. Es una buena manera de mejorar el bienestar de los trabajadores. Y un empleado más satisfecho y relajado tendrá más probabilidades de obtener buenos resultados durante las negociaciones y reuniones comerciales a las que acuda durante el viaje. Además, el ocio puede ser un entorno muy productivo para fortalecer las relaciones con los clientes o los representantes de otras empresas en un contexto informal. Todos ganan.
Incluir en la política de RRHH la opción de viajar por placer y negocio a través de la empresa es una forma de apuntalar el compromiso de los empleados y su bienestar, tanto físico como emocional. Formalizar el viaje bleisure dentro de la política de beneficios de la organización puede convertirse, así, en un potente imán para el talento.
De otro lado, el bleisure representa una fuente de oportunidades para la industria turística. Al añadir ocio a los negocios, la duración media de los viajes de empresa se incrementa, se multiplican las posibilidades de actividades que pueden ofrecerse al viajero y aumenta el gasto potencial del turista.
Otro aspecto a tener en cuenta por los establecimientos hoteleros es que es frecuente que el viajero bleisure esté en la misma ciudad y se aloje en el mismo hotel durante toda su estancia, lo que refuerza el factor fidelidad. Hoteles y otros establecimientos están, así, reforzando sus ofertas y propuestas para mejorar la experiencia del viajero bleisure con espacios de ocio y desconexión, pero también en los que trabajar cómodamente y con acceso a la tecnología necesaria. Y es cada vez más habitual a su vez que operadores turísticos y autoridades locales se alíen para ofrecer a las empresas paquetes turísticos que complementen los viajes de negocios de sus empleados porque, si bien los turistas bleisure buscan ocio, casi nunca tienen el tiempo necesario para planificarlo.
Claramente, los viajes de ocio y negocios están creciendo de la mano del entorno laboral post pandemia. Además de ser una buena herramienta para reforzar la estrategia de beneficios de una compañía, el bleisure representa un sinfín de nuevas oportunidades para el sector turístico. Apostemos por este modelo y potenciémoslo en nuestras organizaciones.
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