Por Carme Castro Domínguez, CEO de Kainova.- En un entorno cambiarte y de alta velocidad como el actual las empresas precisan un liderazgo que sea capaz de gestionar con eficacia el equilibrio entre el corto y el largo plazo. Incentivar la innovación, mientras se trabaja la diferenciación a futuro, prepara a la organización para afrontar los desafíos ante lo conocido y lo desconocido. Un enfoque para el que hay que estar preparado.
Nuestro mundo es un mundo en constante cambio y es un mundo en el que, como decía Eric Hoffer, los aprendices heredarán la tierra, mientras que quienes saben cómo hacer las cosas se encontrarán perfectamente equipados para manejar un mundo que ya no existe. El nuevo paradigma en el que nos encontramos, a todos los niveles, requiere ser enfrentado desde las organizaciones con liderazgo disruptivo, el estilo de liderazgo capaz de afrontar los desafíos inéditos de un mundo en continua transformación. Si ahora es especialmente necesario este tipo de líder es porque no se limita a gestionar el día a día, sino que, comprendiendo esa continua transformación, también explora, innova y mantiene una visión enfocada en el futuro. Además, su enfoque rompe con los patrones obsoletos del pasado, centrados únicamente en mejorar los rendimientos.
En un mundo profundamente marcado por la incertidumbre y transformación, solo los líderes que sean capaces de reconocer y abrazar el cambio al modo del líder disruptivo podrán guiar a sus empresas hacia un futuro próspero.
El liderazgo disruptivo es crucial en un mundo en constante transformación porque se basa en gestionar el equilibrio entre la optimización de lo conocido (explotación) y la búsqueda de lo desconocido (exploración). Este enfoque permite que las empresas mantengan la estabilidad a corto plazo mientras fomentan la innovación y la diferenciación a largo plazo, preparándolas para enfrentar los desafíos futuros.
El camino hacia la disrupción
La comunicación poderosa®, el entrenamiento, la exploración y la innovación. Son las competencias clave que definen este nuevo tipo de liderazgo y que ya hemos analizado en artículos anteriores.
Comprendida e integrada la habilidad de cada una de ellas, el super poder que en su conjunto confieren al líder disruptivo es el de permitirle mantener a su equipo y organización a la vanguardia en un contexto en constante transformación, mediante la capacidad que adquiere de sostener un crucial equilibrio entre la exploración de nuevas oportunidades y la explotación eficiente de los recursos existentes; un equilibrio que, a su vez, impulsa a las empresas hacia un crecimiento sostenible, preparándolas para enfrentar con éxito un futuro incierto, del cual lo único que sabemos es que reinventarse innovando es la clave para perdurar en el mercado.
Esa es la esencia del liderazgo disruptivo, su capacidad para gestionar simultáneamente dos enfoques aparentemente opuestos:
- la optimización de lo conocido
- y la búsqueda de lo desconocido.
El nuevo entorno no da tregua, por lo que nos enfrentamos a la necesidad de no bajar la guardia ante las posibilidades presentes y futuras. Estas dos estrategias -exploración y explotación- deben ir de la mano para asegurar tanto la estabilidad a corto plazo como la innovación a largo plazo. Para lograr este equilibrio, el líder disruptivo inspira a su equipo mediante una comunicación poderosa, promueve la creatividad, fomenta la inteligencia colectiva y potencia la co-creación, logrando que la mejora continua impregne la cultura organizacional. Además, incorpora dinámicas que impulsan el aprendizaje continuo, lo que permite al equipo humano adaptarse al cambio y prosperar en un entorno incierto. Como consecuencia lógica, este enfoque dual orienta a las empresas no solo a mantenerse competitivas, sino también a adelantarse a los cambios del mercado.
Desde el punto de vista interno, el equilibrio entre la exploración y la explotación influye en la toma de decisiones y la gestión operativa de la empresa, incorporando un nuevo funcionamiento de gestión, una nueva mentalidad y una nueva forma de trabajo.
Explotación: hacer más eficiente lo conocido
Desde el punto de vista del líder disruptivo, hablar de explotación es hablar de optimización constante de los procesos existentes dentro de la empresa; es el esfuerzo por mejorar la eficiencia, reducir costos y maximizar los resultados con los recursos actuales para seguir avanzando e incorporando las mejoras necesarias para ello. Este enfoque garantiza la estabilidad y la rentabilidad a corto plazo, ya que trata de hacer que lo conocido sea más eficiente sin asumir grandes riesgos aplicando la mejora continua en toda la cadena de valor.
Sin embargo, las empresas que solo se preocupan por optimizar lo que ya tienen y nada más corren el riesgo de quedar obsoletas en un entorno que cambia a gran velocidad. Aquí es donde, consciente de ello, el líder disruptivo evidencia la importancia y necesidad de la exploración.
Exploración: buscar lo nuevo en un entorno incierto
La exploración, presente en el día a día del líder disruptivo, implica aventurarse en lo desconocido, dedicar tiempo y recursos a descubrir nuevas oportunidades, ideas y soluciones. Este enfoque está orientado a la innovación y requiere asumir riesgos calculados.
Es a través de la exploración que las empresas son capaces de anticiparse a los cambios del mercado, desarrollar productos o servicios innovadores y satisfacer las necesidades de los clientes antes que sus competidores. Por ello, en la actualidad, es solo mediante esta habilidad que las empresas lograrán continuar siendo competitivas en este contexto complejo y repleto de cambios.
Sin embargo, este proceso de exploración no está exento de dificultades. La exploración es, sin duda, un desafío porque implica salir de la zona de confort y enfrentarse a lo desconocido, lo que puede resultar difícil de incorporar en las organizaciones acostumbradas a cambios lentos o paulatinos.
Equilibrio entre exploración y explotación: el reto del líder disruptivo
Un líder disruptivo eficaz entiende que ambos enfoques son cruciales y que deben gestionarse simultáneamente. Es al mantener este equilibrio que el líder garantiza la estabilidad y la eficiencia operativa mientras la exploración fomenta la innovación y la diferenciación en el mercado, asegurando que la empresa esté preparada para enfrentar los desafíos presentes y futuros.
Este cambio de mentalidad, que conlleva un cambio del foco únicamente en los rendimientos inmediatos a adoptar una visión a largo plazo, es lo que distingue al líder disruptivo de los líderes tradicionales, una distinción sustentada en el desarrollo y evolución de las nuevas habilidades expuestas en artículos anteriores. Con ellas se convierte en un agente de cambio dentro de la organización y utiliza ambos enfoques para transformar las dinámicas de trabajo y facilitar la transformación hacia una cultura innovadora. Una cultura que fomenta y potencia la creatividad y la innovación.
Este es del líder disruptivo para que el equilibrio entre exploración y explotación sea una realidad: fomentar una cultura innovadora. Las habilidades del líder disruptivo son clave para alcanzarlo, ya que movilizan a los profesionales hacia la agilidad, flexibilidad e innovación, características de las empresas que crecerán de forma sostenible.
Equilibrio explotación-exploración: cinco elementos clave
Hay algo esencial que un líder disruptivo nunca pierde de vista: ser un excelente explorador y contar con las mejores estrategias para optimizar la eficiencia no tiene valor si su equipo no comprende ni se compromete activamente con el propósito o la visión que se desea alcanzar.
Con el propósito de impulsar un equipo que comprenda y se comprometa, el líder disruptivo incorpora cinco elementos clave que permiten y aceleran el éxito de esta misión:
- Romper paradigmas con una comunicación poderosa. La forma en que nos comunicamos es clave para lograr la implicación y aportación de las personas de la empresa, así como para fomentar el desarrollo de su talento, de ahí que uno de los pilares fundamentales del liderazgo disruptivo es su capacidad para inspirar y transformar a través de una comunicación poderosa. Este tipo de comunicación no se limita a transmitir información, sino que busca influir, persuadir e inspirar, ayudando a los demás a comprender lo que se necesita, ahora más que nunca: su colaboración, su aportación, su talento y su saber hacer. Además, impacta en las personas al transformar su paradigma actual de trabajo hacia uno en el que avanzar, superarse, aprender y mejorar se convertirán en hábitos del equipo humano. Es decir, un paradigma en el que la mejora continua forma parte integral de la cultura de la empresa. En tiempos de cambio, la comunicación juega un papel vital para garantizar que todos los miembros del equipo comprendan la importancia de su papel en la transformación de la empresa.
- Incorporar dinámicas que potencian el talento y la innovación. En el entorno actual, cambiante e impredecible, la capacidad de imaginar y crear nuevas soluciones no es una opción, es una necesidad. La innovación es esencial y por ello el líder disruptivo reconoce que el éxito depende de la capacidad de su equipo para innovar continuamente. Por ello, incorpora dinámicas de trabajo que promueven la mejora continua, buscando el incremento de la eficiencia y productividad, y otras dinámicas orientadas a despertar el talento dormido, cultivar el pensamiento crítico y la creatividad. Para lograrlo, este líder genera espacios donde las ideas fluyen sin restricciones, promoviendo una colaboración activa que eleva el talento individual y colectivo, pues entiende que cada miembro del equipo puede aportar una visión valiosa, y que la inteligencia colectiva es clave para afrontar los desafíos con éxito.
- Inteligencia colectiva: el motor de la innovación. Para el líder disruptivo, la inteligencia colectiva no es un concepto abstracto, sino una herramienta indispensable. Trabajar en equipo ya no basta para enfrentar problemas cada vez más complejos; es necesario aprovechar la inteligencia colectiva. La colaboración conjunta hacia un mismo fin, con profesionales multidisciplinares, se da en conversaciones que fluyen y generan sinergias gracias a la aportación de las diferentes perspectivas sobre la cuestión que se debate. Sinergias que confluirán en una solución enriquecida, casi con toda probabilidad completa, ingeniosa e innovadora. Y, sin duda, más efectiva que la creada de forma unilateral o unidisciplinar.
- La co-creación: el alma de la innovación. Es una de las herramientas más poderosas en el arsenal del líder disruptivo. Al integrar esta dinámica en el día a día, el líder disruptivo no solo logra resultados extraordinarios en tiempo récord, sino que construye una cultura organizativa donde la innovación es constante y el equipo humano está en continua expansión de su talento. Consciente de su valor estratégico, el líder disruptivo genera y promueve el espacio y condiciones donde la creatividad se dispara, y con ella, la capacidad de la empresa para mantenerse competitiva y rentable en un mercado en constante cambio.
- El poder del aprendizaje continuo. El aprendizaje continuo es la clave para que los profesionales estén en continua evolución de sus capacidades, tanto técnicas como en habilidades. Es una necesidad para tener la capacidad de asimilar y gestionar adecuadamente las continuas novedades que el progreso tecnológico y social trae sin previo aviso. Especialmente las tecnológicas, que avanzan a gran velocidad, afectan al mercado laboral y desestabilizan industrias.
Al sistematizar el aprendizaje continuo en las dinámicas de trabajo, el líder no solo prepara a su equipo para enfrentar los desafíos actuales, sino que también les da las herramientas necesarias para anticiparse a los cambios futuros. De esta forma, para el equipo humano el aprendizaje forma parte de su actividad profesional y lo integra con naturalidad favoreciendo su desarrollo continuo.
Prosperar en mercados cambiantes con liderazgo disruptivo
Las empresas que priorizan el equilibrio entre la exploración y la explotación son las que tienen mayores probabilidades de prosperar en un mercado en constante cambio. El liderazgo disruptivo ofrece el enfoque necesario para guiar a las organizaciones a través de las turbulencias del entorno actual, asegurando que se mantengan competitivas, innovadoras y rentables a largo plazo.
El liderazgo disruptivo crea una cultura innovadora, un contexto sostenible en el que el talento, los profesionales, son capaces de fluir con el cambio, adaptarse y reinventarse continuamente. Para, como decía Hoffer, ser ellos y sus organizaciones, los aprendices que heredarán la tierra. En resumen, el liderazgo disruptivo crea las condiciones para que las empresas mantengan su competitividad, crezcan de forma sostenible y se adapten a los cambios del mercado.
Además de CEO de Kainova, Carme Castro es ingeniera informática y coach, así como creadora de las metodologías K180©, las 5CCP© Comunicación Poderosa. Ha recibido el Premio Europeo a la mejor trayectoria profesional en Innovación en la Gestión del Talento y e Premio Europeo al Talento Empresarial, y es Miembro Consultivo de Fundació Factor Humà.
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