¿Trabajador o cumplidor? Va pasando el tiempo y el trabajo, que al principio era algo nuevo y motivador, se convierte en una rutina más de nuestro día a día por la que hemos perdido totalmente las ganas y el afán de proponer, superar y alcanzar nuevas metas.
Es entonces cuando surge el problema. Muchos empleados comienzan a notar que su trabajo ya no les satisface, y se limitan a ser cumplidores con sus tareas, sin ir más allá. Si se prolonga esta actitud en el tiempo el problema se hace mucho mayor puesto que significará que el trabajador ha perdido el entusiasmo y la pasión por lo que hace.
En el momento en el que un empleado percibe esta apatía por su trabajo debe poner todo de su parte para tratar de cambiar su actitud. Según Gonzalo Martínez de Miguel, director de Infova, lo que comienza como un escudo frente a un empleo que ya no genera ilusión puede convertirse en un foco generador de estrés, malestar y ansiedad, que puede generar problemas de salud.
Ante esta situación, en lugar de buscar excusas o culpables externos, es mejor ser honesto y asumir la propia responsabilidad. Estos son los cinco consejos que pueden ayudar a combatir el conformismo laboral y mantener la pasión:
1.DEJAR DE QUEJARSE
Uno de los elementos más contaminantes del conformismo a largo plazo es la queja, ya que nos coloca en una posición en la que nos autoconvencemos de que no hay estímulos positivos por los que luchar ni superarse, lo que aumenta el estrés, la ansiedad y otros aspectos como el desánimo. Conformarnos con todo, nos guste o no, es muy aburrido, y con el tiempo enfermizo, además esto nos lleva a la crítica sin aportar soluciones. Cosa distinta es si esa queja se convierte en un inconformismo sano y en ganas de cambiar las cosas.
2. MARCAR PEQUEÑOS OBJETIVOS
Ante el desánimo en el trabajo, lo mejor es buscar un reto. Gonzalo Martínez de Miguel explica que enfocarnos hacia lo que se quiere conseguir y tratar de alcanzarlo con tenacidad, nos coloca en la mejor posición para seguir desempeñando un empleo con optimismo. Si vamos cumpliendo estas pequeñas metas, tras ellas llegará el agradecimiento, que además es el motor del entusiasmo y una parte esencial del éxito.
3. IMAGINA LOS BENEFICIOS
No existe un antídoto definitivo contra el conformismo laboral, pero visualizar los resultados es una buena práctica. Imaginar el beneficio que va a aportar nuestras acciones generará una cascada de estímulos positivos en nuestro cerebro, proporcionándonos energía para actuar y avanzar. Recordar los éxitos del día también pueden convertirnos en personas más optimistas.
4.ENFOCA LA PARTE MÁS RETADORA DE TU TRABAJO
Sin duda todos los trabajos tienen su parte más aburrida, más gris o más repetitiva, pero también tienen una parte más brillante, más retadora, donde sentimos que aportamos más y que somos capaces de disfrutar. Que parte del trabajo queremos tener más presente depende de nosotros.Ç
5.EXPLORA TU LADO INCONFORMISTA SANO
Saca a pasear el inconformista que llevas dentro, todos lo llevamos. Escucharlo puede ser divertido e interesante y también puede darnos las claves de lo que nos está pasando.
SOLUCIÓN ÚLTIMA
Finalmente, si estos pasos no funcionan y tu actitud continúa siendo la de hastío y conformismo, la solución última es cambiar de empleo por uno que nos rete, motive y con el que disfrutemos.