La reciente sentencia de la Audiencia Nacional obliga a todas las empresas a establecer un sistema de registro de la jornada diaria efectiva que realiza la plantilla y que permita comprobar el adecuado cumplimiento de los horarios pactados (Sentencia de la sala de lo Social de la Audiencia Nacional de diciembre 2015).
En la jornada que tuvo lugar ayer en el edificio Pérez Llorca de Madrid se reflexionó y compartió la situación legal de esta normativa, y se dieron a conocer algunas alternativas que existen en el mercado para dar una solución innovadora que permita a las empresas adaptarse a este nuevo contexto laboral.
La presentación de la jornada estuvo a cargo de Javier Cantera, Presidente del Grupo Blc, quien explicó que «la mayoría del negocio está fuera de las oficinas y por tanto cómo controlar el horario es un eje de reflexión, otro es que la tecnología viene a cambiar la experiencia pues no podemos pensar en la legislación sin tener en cuenta este elemento y el tercer eje sería el concepto de empleado que engloba aspectos que demandan las personas como la conciliación o la flexibilidad».
Juan Chozas, Director de Personas de Bankia, puso sobre la mesa cuestiones como que históricamente en las relaciones laborales del sector financiero existen incongruencias como que conviven dos convenios colectivos sectoriales nacionales, uno para los bancos y otro para las cajas, ambos con aplicación temporal 2015-18. Y por tanto, esto puede generar diferencia de trato competitivo entre unas empresas y otras. «No tiene sentido que haya dos convenios y que la jornada y el horario se regule de forma diferente», aseguró.
A continuación Daniel Cifuentes, Socio del Departamento Laboral Pérez-Llorca, comentó que el principal cambio de la sentencia anteriormente citada es que la carga de la prueba de las horas extra anteriormente era para el trabajador y ahora va a ser para la empresa. Reseñó que los posibles incumplimientos por parte del empresario por carecer de sistema de registro o no entregar los resúmenes de las jornadas a los trabajadores y a sus representantes constituirían infracciones graves con multas que van desde los 626 a los 6.250 euros. «El sistema de registro de jornada debe ir en conformidad a las circunstancias de la empresa, ser fiable, de fácil acceso para trabajadores y la Inspección de Trabajo, y negociado y validado con la representación de trabajadores», añadió.
Para finalizar la jornada Ignacio Reig, Product Manager de Sesame, presentó la solución Sesame para Smart Working. Se trata de una herramienta desarrollada junto al Grupo Blc que traslada el control horario a un sistema de código válido para multidispositivos mediante un fichaje geolocalizado. De forma rápida, adaptable y económica permite que los trabajadores tengan el sistema para fichar en el bolsillo. Además, explicó que está totalmente adaptado a la ley, genera informes fáciles de enviar que se almacenan en la nuble y proporcionan métricas en tiempo real que aportan valor. «Detrás de la palabra control hay conceptos negativos y hemos intentado hacer un herramienta transparente y de confianza para el empleado y el empleador», destacó.