Resulta evidente que no pueden tener los mismos anhelos, ni los mismos intereses, los profesionales de edades tan distintas como quienes están a punto de jubilarse, después de décadas de desempeño, y aquellos que se incorporan ahora al mercado laboral, tras su formación universitaria. Tratar de contentar a todos, con las mismas fórmulas, no es ni sabio, ni eficaz. De ahí el interés de las empresas por conocer qué inspira y qué mueve sobre todo a los más jóvenes. Y la firma estadounidense de software de gestión de nóminas y salarios en la nube daVinci Payments, en su estudio Payments Recognizing Employees, ha descubierto que 8 de cada 10 miembros de las generaciones Z y Millennial se comprometerían con su empresa si se sintiesen reconocidos y empoderado.
Y es que la mayoría de los empleados de ambos grupos de edad aseguran estar insatisfechos en el trabajo. Los resultados revelan que el 78% de los empleados de la Generación Z planea dejar su trabajo en los próximos dos años (solo un 22% reconoce tener un horizonte laboral por encima de ese plazo), mientras que el 43 % de los millennial encuestados dijeron que planean dejar su trabajo antes de 2024.
Reconocerlos, por poco que sea (con tiempo libre o con dinero), ayuda a las personas de estas dos generaciones a alcanzar su realización personal, aseguran los investigadores. Y cuando son reconocidos, no solo hacen su trabajo, sino que también se convierten en promotores positivos; mucho más que otras generaciones.
El 79% de los encuestados dijo que un aumento en las recompensas les haría más leales a sus empresas. Y cuando no son reconocidos, “trabajan proactivamente en su contra”, asegura el estudio.
Convertirlos en un recurso entusiasta
El estudio valora, por tanto, el otorgar ciertas recompensas financieras a las estas dos generaciones. Hablando incluso de pequeñas cantidades, lo que brinda a estos trabajadores un mayor sentido de realización personal y ayuda a las organizaciones a aumentar la retención de talento.
De hecho, los resultados del estudio incluyen que:
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- El 76% considera con cierto desánimo que “rara vez” o “nunca” son elegidos a la hora de recompensar a los empleados.
- El 75% asegura que emplearía una recompensa sustancial por su desempeño en las necesidades diarias o de emergencia; en comparación con apenas el 22%, que usaría la misma compensación dineraria para una experiencia única.
- El 50% muestra su sensación de que la gerencia no reconoce un buen desempeño laboral.
Si bien es cierto que algunos empleadores pueden llegar a ver a estos trabajadores jóvenes como desleales o desmotivados, la verdad es que la letra pequeña del informe muestra que sí que pueden convertirse en el recurso más entusiasta y valioso de una organización, cuando se les muestra aprecio por su trabajo y se les recompensa de la manera correcta.
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