El 70% de las empresas que inviertan en engagement y cuenten con empleados altamente comprometidos recuperarán a finales de 2022 niveles de crecimiento previos al COVID-19. Así lo recoge el estudio ‘The Top 5 Traits of a Succesful Work Culture. Employee engagement in the connected workplace’, elaborado por el analista IDC y la compañía Crayon, especialista en servicios e innovación de TI. Este informe confirma que el compromiso de los empleados se ha convertido en un vector fundamental para la recuperación y resiliencia de las organizaciones y en un indicador crucial de la salud de las mismas.
En un momento de profunda transformación de la forma en la que operan las empresas y trabajan los empleados, y cuando, como consecuencia de la crisis que vivimos, se han puesto de manifiesto grietas importantes en el vínculo empresa-empleado, todas las organizaciones deberían plantearse qué hacer para reforzar la relación que mantienen con las personas que forman parte de ellas.
El estudio de IDC y Crayon señala que el cambio cultural requerido para aumentar el compromiso de los empleados hasta niveles saludables no se puede construir de la noche a la mañana. Además, a medida que las compañías experimenten con los nuevos modelos de trabajo surgirán nuevos desafíos. Sin embargo, existen cinco ingredientes comunes y necesarios para crear un “ambiente fértil” que fomente el compromiso:
• Confianza y empoderamiento
• Conexión con el propósito
• Diversidad e inclusión
• Bienestar
• Herramientas digitales
1. Confianza y empoderamiento
“Las estructuras sencillas y dinámicas, en las que se facilita la identificación de los diferentes talentos existentes en la organización y se fomenta el trabajo conjunto, otorgan a los empleados un fuerte sentido de autonomía, dominio y propósito, además de incrementar entre ellos la sensación de contribución al éxito de la compañía”, explican IDC y Crayon. Igualmente, contar con modelos de feedback constructivo, guías claras sobre objetivos e incorporar medidas dirigidas a facilitar la conciliación, resultan factores clave para el establecimiento de una cultura de confianza en la que todos los miembros se sientan parte importante del proyecto.
2. Conexión con el propósito
“Reunir a los empleados y conectarlos con un propósito superior resulta motivador y energizante. Cuando todos tienen claros los objetivos principales del negocio pueden alinearse con la organización. Esto, a su vez, hace que el trabajo de cada uno resulte significativo y genere confianza y resiliencia”, señalan IDC y Crayon.
El vínculo en torno al propósito corporativo fomenta, a su vez, la comunicación, la implicación, la colaboración y la conexión. Y reconocer y valorar la contribución de los empleados a la empresa, y hacerlo abiertamente, fortalece su conexión y compromiso. “Celebrar las victorias, grandes o pequeñas, tiene un impacto significativo en la moral y el compromiso de los empleados”, añaden.
3. Diversidad e inclusión
La correlación entre diversidad e innovación ha sido estudiada en numerosas ocasiones, probada empíricamente y corroborada. IDC y Crayon afirman que una fuerte diversidad genera también un fuerte compromiso de los empleados: “Maximizar diversas habilidades, antecedentes y experiencias en múltiples áreas de la organización es fundamental para la innovación y el crecimiento, y también para conseguir un compromiso más fuerte de los equipos”.
4. Bienestar
El bienestar y el compromiso de los empleados están profundamente conectados, y es que el primero no es solo resultado del nivel de salud física y psicológica, sino que también se ve determinado por otros factores vinculados con el trabajo, entre los que se encuentra el compromiso. “Cuando los empleados se sienten atendidos, se preocupan por su empresa. Esta cultura del cuidado tiene un impacto significativo en el compromiso y la resiliencia de los empleados, especialmente, en tiempos críticos”.
5. Herramientas digitales
Por último, siendo cada vez más habitual contar con fuerzas laborales dinámicas y dispersas geográficamente, la tecnología se presenta como un aliado fundamental para mantener y desarrollar tanto los valores y principios corporativos como el compromiso de los empleados con la organización. De hecho, el estudio de IDC y Crayon recoge que impulsar el cambio cultural mediante la incorporación de una plataforma tecnológica que facilite la participación de los empleados ya se ha convertido en una de las prioridades que contemplan una mayoría de CEOs como parte del proceso de transformación digital de sus empresas.
Un ejemplo de este tipo de plataformas es Workplace from Meta, que, de la mano de Crayon, ya se está implementando con éxito en un gran número de organizaciones. Entre sus principales funcionalidades destacan la capacidad para conectar a la organización top-down y botton-up; la posibilidad de crear espacios que fomentan la comunicación, la participación y el intercambio de conocimiento, y la facilidad a la hora de gestionar proyectos, controlar la seguridad y optimizar la experiencia del usuario.