Las investigaciones demuestran que los solicitantes de empleo de más edad se enfrentan a menudo a problemas de discriminación. El “edadismo” en el proceso de la búsqueda de empleo es bastante habitual, aunque diversos estudios realizados a lo largo de los años han demostrado que los trabajadores de más edad rinden igual o mejor que los más jóvenes.
Según la encuesta de CVapp.es, la mitad de los mayores de 40 años consultados han tenido la sensación de estar en desventaja por su edad durante un proceso de solicitud de empleo. Esto es más frecuente si el proceso se realiza por correo electrónico o por teléfono solicitando trabajo en otra empresa (54 %), o durante una entrevista de trabajo en otra empresa (48 %). La discriminación por edad parece ser menos frecuente en caso de tratarse de una solicitud o promoción interna (28 %).
Durante la fase de la entrevista, los empresarios y encargados de selección de personal tienden a restar importancia a la amplia experiencia laboral haciendo más hincapié en lo importante que es dominar las nuevas tecnologías, incluso aunque los encuestados puedan demostrar sus conocimientos tecnológicos.
Al igual que cualquier otra forma de discriminación, la discriminación por edad también está prohibida según la Ley de Sanciones e Infracciones en el Orden Social. De hecho, esta Ley considera una infracción muy grave “establecer condiciones, mediante la publicidad, difusión o por cualquier otro medio, que constituyan discriminaciones favorables o adversas para el acceso al empleo por motivos de sexo, origen, incluido el racial o étnico, edad, estado civil, discapacidad, religión o convicciones, opinión política, orientación sexual, afiliación sindical, condición social y lengua dentro del Estado”.
Desde CVApp.es proponen estos consejos y recomendaciones para solicitar empleo a partir de esta edad:
- Prepárate con tiempo: A veces tenemos un trabajo que creemos ‘para toda la vida’ y nuestra vida laboral cambia de un día para otro. Desafortunadamente, esta situación es más común de lo que pensamos así que empecemos mucho antes a ‘actualizarnos’ en el uso de las herramientas digitales, y no dejemos de formarnos con cursos relacionados con nuestra disciplina.
- Redes sociales, no son el enemigo: Si aún no tienes cuenta de Linkedin deberías crear una, y empieza a recopilar referencias y recomendaciones entre tus contactos. Amplía también tu red lo más posible, y participa, siempre que puedas, en debates o tendencias de tu sector.
- Omitir la edad en el CV, ¿ventaja o inconveniente?: Si no detallas datos como tu fecha de nacimiento o los años en que fuiste a la universidad, el reclutador sólo podrá saberlo invitándote a una entrevista de trabajo (y ahí ya habrás superado la primera barrera). Por otro lado, no dar esta información puede dar lugar a la especulación y a que se descarte tu ficha sin siquiera evaluarla.
- Actualiza los títulos de los puestos de trabajo: Puede que tus puestos anteriores tengan ahora otro nombre (por ejemplo, lo que antes era «el jefe» hoy en día se nombra de otras formas como «coordinador de equipo» o «gerente» y un vendedor es el gerente de ventas, coordinador de ventas, o incluso con el término en inglés, sales manager).
- Esmérate con el perfil profesional: Muestra en este apartado de tu CV quién eres y en qué medida encajas en ese empleo y en la organización en unas pocas frases. Esta sección debe encabezar tu currículum, es lo primero que verán los encargados de selección, así que haz que sea directo y atractivo.
- Céntrate en los últimos 10 años de experiencia laboral: Todo lo anterior apenas cuenta. El empleador quiere saber qué conocimientos, experiencia y competencias has adquirido en los últimos diez años que puedan ser aplicables en su empresa.
- Añade aficiones e intereses a tu CV: Puedes utilizar este apartado para mostrar que tienes energía y llevas una vida activa. También te permite demostrar tus competencias y da al encargado de selección una idea de tu personalidad.
- La entrevista: Céntrate en cualidades como la experiencia, el compromiso o la productividad que puedes aportar a la empresa y haz que olviden posibles prejuicios sobre tus ganas de aprender, los requisitos salariales, los conocimientos de software y el ritmo de trabajo.
- Cultiva tu red de contactos: Muchas vacantes en el sector privado se siguen cubriendo a través del «boca a boca», así que asegúrate de que tu red de contactos sepa que estás buscando trabajo y perfílate como demandante de empleo.
- No desfallezcas: Estudia el mercado y acércate proactivamente a empresas que puedan ser interesantes para ti. Puedes hacerlo a través de conocidos o enviándoles un mensaje privado personalizado. Seguramente a lo largo de tu vida has aprendido a sortear dificultades y sabes que el tiempo siempre ayuda.