Por Eva Espinosa, responsable de Selección de Montaner&A.
Para este 2022, se prevé una recuperación del sistema económico. Aunque aún nos encontramos en un contexto de gran incertidumbre sanitaria, económica, social y geopolítica. De hecho, las tendencias de recuperación han ido a la baja, debido a los cambios que se han producido a lo largo del primer trimestre del año.
A pesar de un inicio agitado del 2022, se espera que en este año el consumo, la inversión pública y privada y la mejora en los sectores de turismo y servicios, hagan que la economía siga creciendo. Todo a la espera de ver cómo afecta la situación geopolítica actual al mercado y la inflación de la demanda y oferta, que se preveía transitoria.
En definitiva, son muchas las incógnitas que rodean a la recuperación económica. Lo que provoca que nos encontremos en un mercado laboral situado en la incertidumbre.
¿Qué pueden hacer las empresas ante estas perspectivas?
Como ya vimos con la pandemia, este tipo de situaciones de incertidumbre ponen a prueba la flexibilidad y la capacidad de respuesta de las compañías.
Tras la experiencia vivida estos dos últimos años, lo mejor para hacer frente a este tipo de situaciones imprevisibles es estar preparados, poniendo sobre la mesa todos los escenarios posibles y las respuestas a estos. Y en este contexto, manejar las emociones, el liderazgo y el talento son factores a tener muy en cuenta.
Los/as líderes de cada equipo y/o empresa deben estar preparados para ejercer sus habilidades de liderazgo y poder guiar y acompañar al resto de compañeros/as en estos momentos. Son también ellos/as los que se encargarán de gestionar las emociones y harán de intermediarios entre los intereses personales y los de la empresa.
Pero el factor más importante para afrontar una situación de incertidumbre es nuestro personal. Las personas son el centro de todo negocio; por lo tanto, deben ser una prioridad.
Fidelizar a los trabajadores/as más antiguos es básico para la estabilidad de la empresa, pero también será igual de importante fidelizar las nuevas incorporaciones. Estas últimas deberán ver la empresa como un lugar seguro y adecuado para ellas.
Fidelizar el talento nuevo mediante el ‘onboarding’
Por norma general, la rotación de personal en una empresa tiene consecuencias muy negativas, a diferentes niveles. Además de las económicas, implícitas en el proceso del cese de un/a trabajador/a y la contratación de otro/a. Para evitar dicha rotación, es importante fidelizar a nuestros/as colaboradores/as. Y el primer paso para ello, radica en el éxito del proceso de selección e incorporación a la empresa de los/as nuevos/as empleados/as. ¿Cómo? A través del onboarding.
Onboarding es el sistema que integra tanto el proceso de selección de personal para una empresa, como la adecuada integración del nuevo/a trabajador/a a su puesto de trabajo. Es decir, es una herramienta que tiene en cuenta todos los pasos para aumentar las probabilidades de éxito en la incorporación de una persona nueva al equipo.
El principal rasgo distintivo de esta herramienta es el acompañamiento que se da al nuevo/a empleado/a durante los primeros meses en la empresa. Pero el onboarding no solo consiste en acompañar al nuevo/a empleado/a en sus primeros días, sino que también se centra en la selección del candidato/a más idóneo para el puesto que se necesita cubrir según sus habilidades, valores y propósito. Lo que aumenta las probabilidades de éxito.
¿Por qué refuerza el ‘onboarding’ la fidelización de plantillas?
Algunas de las razones por las que la selección onboarding refuerza la fidelización del talento son:
-
- Permite que empresa y trabajador/a se conozcan en profundidad desde el inicio de su relación profesional. Por lo tanto, ambos pueden reafirmar su compatibilidad y entendimiento laboral.
- Alinea los valores, la misión y la visión de la empresa con los del/de la trabajador/a
- Asegura una mejor adaptación de la persona al equipo. Y por lo tanto, una mejora en el ambiente laboral y el trabajo en equipo. Factores que incrementan las posibilidades de fidelización del personal.
- Gracias al acompañamiento ofrecido, la nueva persona incorporada se siente más cuidada. Y por lo tanto, aumenta su motivación; con lo que, en consecuencia, también lo hace su rendimiento.
- Mejora el employee journey, lo que hace que esté más contento/a con su puesto y con la empresa.
Este conjunto de factores da como resultado a un un/a trabajador/a más feliz, y por lo tanto, más motivado y comprometido con la empresa.
En definitiva, el objetivo principal del onboarding es que el/la trabajador/a se integre a la organización lo antes posible y de la manera más exitosa posible, asegurando y aumentando la compatibilidad entre la empresa y la persona. Así pues, en un mercado laboral como el actual, el onboarding aporta seguridad y estabilidad al trabajador/a y a la compañía.