El uso de la inteligencia artificial para aumentar la satisfacción del talento

Redacción ORH13 febrero 20236min

Por Marta Garriga, cofundadora y Chief Strategy Officer de Datarmony.

Cómo hacer frente a la alta rotación en los equipos y la falta de motivación es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan actualmente las compañías a día de hoy.

Los motivos que nos llevan a esta situación son muy amplios y responden a necesidades muy diversas. Tal y como manifiestan los mismos colaboradores, se observa en algunos casos, un déficit de confianza, de retos, de claridad, de innovación; además, se percibe desigualdad, reuniones que duran en exceso, pérdidas de tiempo, problemas, monotonía, estancamiento, choques de ideas, etc.

Para solucionar esta situación, es importante crear una relación de confianza fuerte, basada en los principios de equidad, respeto, valor y bienestar. El punto de partida para establecer una relación de calidad y confiable pasa por la escucha activa, el aprecio y el interés sincero.

Para esta primera fase, debemos entender las necesidades específicas de cada persona y personalizar su experiencia en la compañía. Recoger datos sobre el rol, el nivel de seniority, el rango salarial, la relación con el resto de miembros de la organización, la evaluación de competencias, productividad, carga de trabajo o el crecimiento profesional, son algunas de las variables que podemos utilizar para crear un modelo que permita predecir el nivel de felicidad laboral de cada colaborador.

Aquí es donde entra la inteligencia artificial y nos ayuda a crear valor tanto para colaboradores como para el negocio.

A través del uso de técnicas como el procesamiento del lenguaje natural, el análisis de redes, entre otras, podemos identificar aquellos colaboradores que están en riesgo y actuar rápidamente para reconducir la situación.

La clave para mejorar cualquier situación de desequilibrio es entender y, a continuación, ofrecer lo que las personas necesitan en cada momento. Si logramos alinear talento y compañía, mejoraremos la relación y el vínculo que se establece entre ambas partes.

En este contexto de cambio constante en el entorno laboral, las empresas buscan cada vez más la manera de utilizar los datos para mejorar la eficiencia y eficacia de sus operaciones.

Este conjunto de técnicas y algoritmos, que permiten a las máquinas aprender de forma autónoma y realizar tareas que antes solo podían ser llevadas a cabo por seres humanos, ha experimentado una rápida evolución en los últimos años, llegando a estar ya implementada con normalidad en una amplia gama de industrias, que van desde la banca y las finanzas hasta la salud y la agricultura. Entre sus aplicaciones, por ejemplo, podemos mencionar el caso del retail, donde se utiliza para llevar la experiencia del cliente hasta niveles inéditos hasta la fecha, personalizando la oferta de productos y servicios al máximo.

 

Desafíos éticos y legales

Sin embargo, su implementación también plantea una serie de desafíos éticos y legales. Existe una latente preocupación sobre la privacidad de los datos y cómo se utilizan para entrenar y mejorar dichos algoritmos; además de las preocupaciones sobre la potencial pérdida de empleos debido a la automatización de tareas que antes eran realizadas por seres humanos, lo cual, en la mayoría de los casos, es más una percepción que una realidad.

Por todo esto es importante abordar estos desafíos y garantizar que la implementación de la inteligencia artificial sea responsable y ética. Esto incluye la regulación adecuada y la transparencia en el uso de datos.

En última instancia, y regresando al ámbito que nos compete en este artículo, este sistema es de gran ayuda en la identificación de patrones y tendencias en el comportamiento, lo que permite a las empresas tomar decisiones informadas sobre cómo mejorar la cultura y el clima laboral. Por ejemplo, pueden utilizar la IA para analizar los datos de feedback de los colaboradores y detectar áreas de mejora, como la falta de comunicación, el acoso laboral o la discriminación.

También se pueden utilizar técnicas de aprendizaje automático para personalizar el desarrollo profesional de cada empleado. Por ejemplo, se pueden utilizar algoritmos de recomendación para sugerir oportunidades de formación y crecimiento profesional basadas en los intereses y habilidades individuales de cada empleado.

En definitiva, la inteligencia artificial puede ser una herramienta valiosa para mejorar la motivación y potenciar el crecimiento profesional. Al proporcionar información valiosa sobre las necesidades y motivaciones individuales de cada empleado, las empresas pueden crear un ambiente laboral más ameno y productivo para todos, claro está, sin dejar al lado por completo la interacción humana, pues:

La tecnología debe ser siempre utilizada como un complemento a la gestión humana y efectiva de los diferentes departamentos de nuestra compañía.

 

Imagen de pitinan en 123rf.


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