Tener la consciencia de ser uno mismo no es lo mismo de tener la autoconsciencia de conocerce a sí mismo. Una cosa es que nos percibamos aquí y ahora y otra es abrazar la voluntad de querer saber qué nos define como persona y cómo nos relacionamos con nuestro entorno. El autoconocimiento es un ejercicio de reflexión e introspección que, si bien necesita voluntad y tiempo, proporciona recursos personales muy útiles para incrementar la resiliencia. El experto norteamericano Lee Nallalingham explica cuál es el papel de esta herramienta y cómo puede ser aprovechada como compañera de viaje en el desarrollo profesional.
- Ayuda a identificar fortalezas y debilidades:
- Fortalezas: Saber en qué destaca le permite buscar roles y proyectos que se alineen con sus capacidades, lo que conduce a un mejor desempeño y satisfacción laboral.
- Debilidades: Reconocer áreas en las que necesita mejorar le permite buscar capacitación, tutoría o recursos adicionales para desarrollar estas habilidades.
- Facilita las relaciones interpersonales:
- Empatía: Ser conscientes de nuestras propias emociones y de cómo influyen en nuestras interacciones pueden ayudarnos a comprender y responder mejor ante las emociones de los demás, además de que la empatía que desarrollemos será visible en el trabajo en equipo y en cualquier dinámica de colaboración.
- Resolución de conflictos: Las personas conscientes de sí mismas están mejor equipadas para manejar los conflictos, ya que pueden reconocer su papel en las disputas y trabajar para resolver los problemas de manera constructiva.
- Impulsa el crecimiento profesional:
- Para establecer metas realistas: las personas conscientes de sí mismas establecen metas alcanzables basadas en una comprensión clara de sus habilidades y limitaciones. Este realismo ayuda a elaborar planes profesionales efectivos y evitar el agotamiento.
- Para adaptarse al cambio: en un entorno laboral que cambia rápidamente, ser consciente de sí mismo le permite reconocer cuándo necesita adaptarse o adquirir nuevas habilidades, lo que garantiza que seguirá siendo relevante y competitivo.
¿Cómo mejorar el autoconocimiento?
- Buscando retroalimentación en colegas, supervisores y mentores, ya que la crítica constructiva proporciona información valiosa sobre áreas en las que se puede mejorar. Y si puede ser 360 º, mejor, porque así tendrá una visión integral de su desempeño.
- Tomando tiempo regularmente para reflexionar sobre las experiencias y el desempeño cotidianos, de tal manera que se puedan reconocer patrones en el comportamiento y en la toma de decisiones. Llevar un diario puede ser una buena idea para hacer un repaso de la jornada y recordar lo que salió bien y lo que no.
- Realizando rutinas de atención plena, como la meditación y los ejercicios de respiración profunda, que ayuden a permanecer presente y atento a los pensamientos y sentimientos.
- Participando en actividades de aprendizaje y desarrollo continuo con cursos, talleres y seminarios que no solo mejoren las habilidades, sino que también aumenten la autoconciencia al exponerse a nuevas ideas y perspectivas. Las oportunidades que brinden las empresas no son las únicas que se pueden aprovechar; también es importante buscar otras fuentes de aprendizaje sobre el trabajo o sobre otras cuestiones que nos interesen.