Por Vanessa Berrido – Responsable de Adquisición de Talento, Diversidad y Employer Branding de Danone Iberia.- Estamos en un momento de cambios y avances tecnológicos que están marcando el principio de una nueva era, liderada por la inteligencia artificial, que hace que hoy todavía no podamos ni imaginar las nuevas posiciones y roles que necesitaremos cubrir en un futuro próximo. La necesidad de fichar talento y conocimiento es una realidad, pero no podemos únicamente fijarnos en un currículum porque los cambios avanzan a un ritmo vertiginoso.
En este contexto, las denominadas soft skills están adquiriendo un alto protagonismo en los procesos de selección, llegando a marcar la diferencia. La resiliencia, la adaptabilidad, el saber trabajar en equipo, tener inquietudes y ganas de aprender, entre otros, son fundamentales en este momento de transformación. Con esto de base, las empresas debemos apostar por ofrecer a los empleados un plan de desarrollo continuado que les dote de nuevas habilidades y competencias para adaptarse al nuevo paradigma. De esta manera, talento y empresas avanzamos juntos y nos preparamos para afrontar los retos y nuevas necesidades que están por venir.
Y si hablamos de formación, también es vital que nos impliquemos con la educación del talento del futuro. Por ejemplo, poniendo el foco en alianzas con el sector educativo y universitario, para acompañar a las nuevas generaciones en su etapa de formación y facilitar sus primeras experiencias laborales, aportando nuevos conocimientos y retos a los que tendrán que hacer frente cuanto se incorporen al mundo laboral después de los estudios.
Tecnología cambiante y nuevas necesidades, soft skills, formación continuada, talento joven… ¿Cómo podemos las empresas atraer y fidelizar al mejor talento en este contexto? ¿Cómo nos podemos diferenciar unas de otras? En Danone entendemos que el camino para hacerlo es ofrecer una propuesta de valor que esté actualizada, sea diferencial y lo más humanizada posible, tratando de responder al momento vital de cada persona que forma parte de la compañía. Es esencial que nuestros empleados sientan que pueden lograr sus metas personales al mismo tiempo que potencian su carrera profesional, en un entorno laboral positivo, diverso e inclusivo, que nutra a los equipos y garantice el bienestar individual y colectivo.
En Danone hemos puesto el foco en cuatro pilares que nos parecen fundamentales, bajo el concepto “Alimenta lo que quieras ser”: potenciar la formación continuada, integrar soluciones para promover la salud y el bienestar físico, mental y nutricional; asegurar un entorno de trabajo diverso e inclusivo y, por último, ofrecer condiciones más flexibles y las herramientas necesarias para afrontar con éxito los retos y necesidades del día a día.
Un ejemplo de lo que hemos hecho, y que también se está reflejando en otras empresas, es la revisión de nuestras políticas de flexibilidad y la consolidación del modelo híbrido de trabajo, que se inició durante la pandemia. Además, hemos adaptado nuestras oficinas para dotarlas de nuevos espacios y la tecnología necesaria para responder a este formato híbrido y dar respuesta a las nuevas formas de colaboración. También hemos integrado la inteligencia artificial para dar soporte a la gestión diaria de las tareas, haciendo más eficientes las gestiones rutinarias y de poco valor añadido.
Las empresas tenemos la responsabilidad de cuidar de nuestros empleados, porque ellos son y serán siempre nuestro principal activo. Por ello es importante también medir periódicamente el impacto en su bienestar de todas las medidas impulsadas, siempre en función de indicadores realistas y exigentes, evitando cualquier forma de autocomplacencia. En nuestro caso concreto, las encuestas periódicas muestran un aumento del 7% en el índice de bienestar relacionado con las formas de trabajo, contribuyendo al equilibrio entre vida laboral y personal.