Coaching Factory recoge en su blog los 7 factores que generan estrés laboral y que, tal y como advierten, pueden irrumpir en cualquier tipo de trabajo y situación:
1) Demanda y tiempo. El equilibrio entre la tensión idónea para realizar la tarea con los cinco sentidos puestos en ella y el tiempo de que se dispone para ejecutarla en condiciones óptimas es una regla de oro para tener a raya en estrés.
2) Esfuerzo-Recompensa. No encontrar recompensa al esfuerzo realizado o verla disminuida por debajo de un determinado nivel de expectativa reduce la motivación y genera desafección. Cuando la recompensa se escapa por las rendijas de la puerta el estrés entra por la ventana.
3) Control. Quienes carecen de un mínimo control sobre la tarea son firmes candidatos a sufrir estrés laboral y cuando menor sea el control ejercido, mayor será la tensión derivada. El punto es tener un balance entre las responsabilidades y el control personal.
4) Cambio organizacional. No hay una regla para determinar cómo impactan los cambios organizacionales en las personas pero sí la certeza de que, en mayor o menor medida, les impactan.
5) Liderazgo. Una organización es lo que son sus directivos y de su habilidad para dirigir equipos depende no sólo que se consigan los objetivos de negocio sino que se haga en condiciones saludables para las personas..
6) Apoyo social. No hace falta caer en las situaciones de acoso o mobbing para que la falta de feeling en las relaciones personales provoque situaciones de tensión. La prevención de los riesgos psicosociales es una tarea ineludible para desactivar conductas inadecuadas y favorecer la productividad y el compromiso.
7) Estabilidad en el empleo. El principal miedo en el ámbito profesional es siempre a perder el empleo, aunque también surge en situaciones con agravios comparativos relacionados con la promoción o en una progresión demasiado lenta de los itinerarios profesionales.