El task scam está en auge. Así lo asegura la compañía ESET, que advierte en su último comunicado que este tipo de fraude laboral está en plena expansión. Tanto es así que, según datos del FBI, ya ha generado 264 millones de dólares en pérdidas en tan sólo un año.
Las estafas laborales disfrazadas de trabajos sencillos por internet, también llamadas task scam, están dejando miles de víctimas en todo el mundo. Bajo la promesa de ingresos rápidos por realizar tareas simples, como dar “me gusta” a publicaciones, valorar productos o completar acciones en webs falsas, los estafadores manipulan a sus víctimas hasta conseguir que paguen una supuesta inversión inicial para cobrar sus ganancias.
“Estas estafas están diseñadas para parecer oportunidades laborales legítimas. Juegan con las expectativas de quienes buscan ingresos extra o nuevas fuentes de empleo y utilizan mecánicas de gamificación para atrapar emocionalmente a las víctimas”, explica Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España. “Estas estafas no ocurren en cinco minutos. Se desarrollan a lo largo de varios días, generando confianza paso a paso. Es ese efecto de ‘juego’ lo que las hace tan peligrosas”.
Con el avance del teletrabajo se han roto muchas de las barreras tradicionales del empleo y se ha vuelto cotidiano el trato con desconocidos a través de canales digitales. A ello se suma la proliferación de plataformas de reclutamiento online, donde los procesos se inician sin filtros ni garantías y la sofisticación creciente de los mensajes y páginas web fraudulentas, cada vez más creíbles gracias al uso de la IA. Además, el uso de criptomonedas como método de pago complica enormemente el rastreo del dinero una vez entregado, mientras que la presión económica generalizada empuja a muchas personas a aceptar propuestas que, en otras circunstancias, despertarían sospechas.
Así funciona el task scam
Este tipo de fraude laboral suele iniciarse con un mensaje no solicitado, a través de WhatsApp, Telegram, SMS o redes sociales. El remitente simula ser un reclutador o un representante de una empresa y ofrece una forma sencilla de ganar dinero desde casa realizando pequeñas acciones digitales.
Una vez que el candidato acepta participar, accede a una plataforma falsa, pero convincente, en la que comienza a realizar tareas como hacer clic en enlaces, valorar productos o interactuar con contenido. Mientras tanto, va viendo cómo su saldo virtual crece. Todo parece funcionar, hasta que llega el giro: para desbloquear las supuestas ganancias, se le solicita realizar un pago previo, normalmente mediante criptomonedas.
Para darle mayor credibilidad, algunas víctimas incluso son añadidas a falsos grupos de usuarios donde otros supuestos participantes (en realidad, cómplices de la estafa) afirman haber cobrado grandes sumas reforzando la ilusión de legitimidad. Tras realizar el ingreso, el dinero desaparece y las ganancias que aparecían en pantalla nunca se materializan.
Cómo prevenir este tipo de fraude laboral
Para no caer en estas trampas, ESET recomienda tener en cuenta las siguientes precauciones:
- Desconfía de cualquier oferta de trabajo no solicitada. Especialmente si llega por canales informales como WhatsApp, Telegram, redes sociales o mensajes SMS. Las empresas serias no reclutan de esta forma.
- Sospecha si el trabajo promete mucho dinero por tareas excesivamente simples. Cuanto más atractiva y fácil parece la oferta, más cuidado debes tener. Los estafadores saben cómo jugar con la necesidad o el deseo de ingresos rápidos.
- Verifica siempre la identidad del reclutador o de la empresa. Busca referencias en internet, comprueba que exista una página web oficial y, si es posible, contacta por otros medios. Si no hay proceso de entrevista o todo se gestiona con respuestas automáticas, probablemente se trate de una estafa.
- Nunca pagues por acceder a un empleo. Ni por formación, ni por trámites administrativos, ni por desbloquear ganancias. Los estafadores suelen usar estos conceptos como excusa para quedarse con tu dinero.
- No compartas datos personales ni bancarios por canales no verificados. Los delincuentes pueden usar esa información para suplantar tu identidad o venderla a otras redes fraudulentas.
- Sigue tu intuición. Si algo no encaja o sientes que te están presionando para actuar rápido, detente y revisa. El sentido común sigue siendo una de las mejores defensas frente al fraude online.