Yo soy yo y mis circunstancias: Por qué la conciliación es inseparable del desarrollo profesional
La idea de que la conciliación es sinónimo de paréntesis profesional o un freno al desarrollo de la carrera, tan instalada en las empresas durante años, se enfrenta a no pocos argumentos para que llegue a su fin. La flexibilidad en el cuándo, dónde y cómo trabajan los empleados hace suyos los principios de la conciliación porque lo que subyace en esta prioridad de las personas es su deseo de equilibrar su tiempo de trabajo y su tiempo personal. Y los datos refrendan su valor empresarial: por ejemplo, las organizaciones que ofrecen flexibilidad en el cuándo, dónde y cuánto trabajan sus empleados definen al 55% de sus equipos como de alto rendimiento frente al 36% en la que lo cifran las que mantienen la semana laboral estándar de 40 horas. Los padres y las madres están pidiendo el apoyo de sus empleadores para establecer un mejor equilibrio entre su vida profesional y personal para poder crecer pero no sólo eso. Ya no se trata sólo de contratar a la persona; el «yo soy yo y mis circunstancias» de Ortega y Gasset se hace visible en los procesos de selección y en las demandas que en el día a día los trabajadores trasladan a sus compañías.
En líneas generales y no sólo para los colectivos con responsabilidades familiares, «Mi trabajo a mi manera» parece ser el lema que enarbolan los empleados para comprometerse con un proyecto profesional y las empresas empiezan a darse cuenta de que el presentismo no es garantía de apego, productividad ni logro de resultados. El estudio “Qué quieren los profesionales hoy. Claves para atraer y fidelizar al talento más allá de la retribución”, elaborado por ManpowerGroup en colaboración con Thrive, revela cómo la conciliación se está convirtiendo en la contrapartida de mayor peso a la hora de atraer nuevo talento y de mantener al que ya se tiene; tanto como que el 93% de los profesionales ve esa flexibilidad como algo importante, el 45% quiere elegir su hora de entrada y de salida, y al 35% le gustaría decidir desde donde trabaja.
Los datos, cuando menos, para reflexionar: en el durante y post pandemia los padres y madres han dejado sus trabajos en mayor proporción que las personas sin hijos y el 20% de ellos estaría dispuesto a trabajar cuatro días a la semana por menos sueldo para conciliar mejor. Además, más de la mitad de los profesionales con hijos busca poder trabajar para empresas que les apoyen en el cuidado de éstos.
Fuente: Manpower-Thrive, 2022.
Hombres y mujeres han experimentado el impacto de la pandemia de manera muy diferente en lo que a sus necesidades de conciliación se refiere. Desde 2020 y sólo en EE.UU casi 1,1 millón de mujeres trabajadoras han dejado sus puestos y reportan un mayor desgaste profesional que los hombres. Pero desde hace más de quince años no vivimos un desajuste de talento tan amplio como el actual: más del 75 de los empleados dicen que no encuentra el que necesitan porque el mercado no se lo ofrece. El argumento para potenciar la conciliación -y la flexibilidad en general- como elemento básico de la propuesta de valor al empleado está servido y con él el del desarrollo profesional, que es su segunda derivada, tal y como se deriva del siguiente gráfico:
Fuente: Mnapower-Thrive, 2022.
Del cuadro anterior se infiere una tendencia que acompaña a la conciliación y que también se presenta imparable: la creación de soluciones que faciliten el empleo sostenible, con oportunidades no sólo de equilibrio personal-laboral sino también de desarrollo profesional para todos. «“Para atraer y fidelizar al talento, es necesario que las empresas hagan, cada vez más, propuestas integrales. Deben ser competitivas en lo económico, pero tienen que ir mucho más allá», explica Álvaro Álvarez, secretario general de ManpowerGroup. Establecer objetivos de desempeño claros, ofrecer oportunidades de aprendizaje en el puesto de trabajo y construir una cultura laboral de escucha y apoyo al empleado se erigen en los básicos para conseguir entornos de trabajo flexibles que alineen los objetivos objetivos corporativos con la voluntad de los trabajadores.