Una persona acogida a un programa de outplacement tarda de media un 58,5% menos de tiempo en volver a estar trabajando que un desempleado que no participe en ellos.
Ante esta situación, Lee Hecht Harrison, división del Grupo Adecco, ha analizado en profundidad la efectividad de sus programas de recolocación externa en el XIII Informe Lee Hecht Harrison sobre Outplacement mediante el estudio de los cerca de 3.500 candidatos que han atendido durante 2018.
En los últimos años se ha extendido la cultura del outplacement en España. Esto se debe en parte a la actual legislación, que obliga a las empresas que vayan a efectuar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en una plantilla de más de 50 trabajadores a contratar programas de recolocación externa.
Durante 2018 el número de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en España ha descendido un 12,3% con respecto al año anterior y la cifra de empresas que ha efectuado un ERE ha disminuido en un 20,6% (un total de 2.076 empresas iniciaron estas medidas el pasado año, 539 menos que en 2016, por ejemplo). A pesar de esta mejora, el número de trabajadores afectados por un ERE ha aumentado un 26,8% (15.399 personas más), hasta los 72.896 afectados, según datos de la Estadística de regulación de empleo publicada por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
De hecho, la media habitual de búsqueda de empleo en España se sitúa en los 14,9 meses, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), mientras que la media de recolocación en los programas de outplacement se establece en los 4,9 meses. Esto supone que el outplacement acelera los procesos de recolocación en un 58,5% con respecto a otras vías y que los candidatos que participan en estos programas tardan 10 meses menos que los demás en volver a trabajar.
Siguiendo con el tiempo medio de recolocación, hay que destacar que el 71% de los participantes en estos programas encuentra empleo en menos de 6 meses. Es más, el 19% lo consigue en menos de tres meses. Además, casi la totalidad de las personas inmersas en un proceso de recolocación (el 97%) consigue un trabajo en un plazo inferior a un año.
Además de reinsertarse al mercado laboral, otros pueden ser los objetivos de un trabajador al acogerse a un plan de recolocación. Así, un 21% de los participantes en programas de outplacement opta por dar prioridad a temas personales, incluyendo prejubilaciones y el 6% decide emprender estudios de larga duración.
Con respecto al tipo de contrato que consiguen las personas recolocadas por cuenta ajena, los datos indican que el 88% consigue un trabajo de larga duración, frente al 12% que obtiene un contrato temporal. El autoempleo es otra de las fórmulas elegidas, por un 12% de los candidatos, a partir de los planes de formación y orientación para emprender con los que también cuentan estos programas. Entre los que optan por crear su propio negocio, el 47% constituye una compañía, el 50% ofrece servicios de consultoría y el restante 3% compra una franquicia.
En cuanto al salario percibido, el 31% de los participantes en programas de recolocación consigue igualar o mejorar la cuantía respecto al trabajo anterior.
Perfil: hombre madrileño mayor de 50 años y técnico
El perfil de las personas asistidas en estos programas es muy variado, si bien es cierto que algunos rasgos tienen especial presencia. Tal es el caso de los hombres, que han supuesto el 58% de las personas recolocadas en 2018, mientras que el 42% restante corresponde a mujeres, datos que contrastan con las cifras de hace un año cuando los porcentajes por sexos estaban equilibrados.
En cuanto a la edad de los participantes en programas de recolocación, este informe señala al grupo de candidatos de más de 50 años como el más numeroso, con una representación en 2018 del 37% (aumenta notablemente la representación de esta franja de edad, pues un año atrás constituían el 20% de los recolocados). En este grupo hay que señalar que si nos centramos en mayores de 55 estos representan el 18% de los recolocados.
Por tanto, la edad media del candidato del actual informe de Lee Hecht Harrison se sitúa en los 46 años, 3 años más que hace un año, cuya edad media de los recolocados era de 43 años.
Por último, si nos centramos en la categoría profesional de los candidatos recolocados vemos que los perfiles técnicos constituyen la categoría profesional que acumula una mayor concentración en los programas de recolocación. En total, el 47,9% de los recolocados son personas que ocupan posiciones técnicas (se reduce su peso con respecto a la anterior edición del informe).
La mayor concentración de profesionales en programas de outplacement se da en la Comunidad de Madrid, concretamente el 54,3% de los candidatos. Este porcentaje ha aumentado notablemente en el último año. Mientras que en 2017 era del 32,4%, ahora se queda en un 54,3%, por lo que aumenta la concentración territorial de estos programas.
El sector del que proceden más candidatos en estos programas de recolocación es el bancario, pues 1 de cada 3 trabajadores participante de un plan de recolocación en 2018 provenía de la Banca.