El informe tiene como objetivo estudiar y divulgar el impacto de las estrategias de responsabilidad social de las organizaciones en su gestión de personas, propósito para el que ha analizado las medidas de conciliación y flexibilidad en Calidad Pascual, la integración de personas con discapacidad en ISS Iberia, la experiencia de voluntariado corporativo de BASF y las políticas de empresa saludable de Henkel en España. Estos cuatro casos prácticos ponen de manifiesto que la forma en la que interaccionan ambas áreas de la organización, a través de programas de doble dimensión y con un modelo organizativo adecuado, puede facilitar a sus responsables la toma de decisiones, la generación de nuevas iniciativas y la superación de obstáculos.
Para Ignasi Carreras, director de los programas de formación directiva para ONG del Instituto de Innovación Social de ESADE y coautor del estudio: “Las prácticas de responsabilidad social desempeñan un papel muy relevante y eficaz para lograr el tan deseado compromiso del empleado con la empresa por su capacidad de ofrecer un propósito, de atesorar la ética corporativa y de ofrecer un entorno laboral al cual merezca la pena pertenecer. En definitiva, la RSE garantiza una gestión responsable y efectiva de personas”.
Javier Urbiola, Presidente Ejecutivo de ISS Iberia, afirma que: “En una compañía como ISS las personas son un activo fundamental. Promovemos un entorno de trabajo cooperativo, innovador y que facilite la inclusión de todo tipo de trabajadores. Las acciones de responsabilidad social y la creación de oportunidades para todos es parte esencial de la cultura y valores de la compañía y por eso apostamos por un empleo de calidad para las personas con discapacidad intelectual o de desarrollo. Actualmente un 5% de nuestra plantilla pertenece al colectivo de personas con discapacidad”.
Decálogo para la gestión responsable de personas
A modo de conclusión, los autores de “La influencia de la RSE en la gestión de personas: buenas prácticas”, el profesor y director de los programas de formación directiva para ONG, Ignasi Carreras, y el investigador Carlos Cortés, ambos del Instituto de Innovación Social de ESADE, proponen un decálogo con las principales líneas de actuación para que una empresa evolucione hacia el concepto de gestión responsable de personas que actúe con eficacia e impacto:
1. Incorporar la gestión responsable de personas a la estrategia global de la empresa.
2. Impulsar y consolidar un estilo de “liderazgo responsable”.
3. Saber generar y mantener viva una cultura de la responsabilidad.
4. Articular mecanismos efectivos de escucha e implicación de los grupos de interés.
5. Saber crear valor añadido a lo largo de toda la cadena de gestión de la empresa.
6. Facilitar la interacción entre la RSE y la gestión de personas, y el resto de áreas.
7. Fijar objetivos y metas, a medio y a largo plazo, acompañados de un sistema de métricas.
8. Aprovechar las ventajas de la interacción entre la RSE y la gestión de personas.
9. Definir una agenda de gestión responsable de personas.
10. Integrar de la RSE y la gestión de personas en una “gestión responsable de personas”.