En los últimos años, la gamificación se ha puesto de moda en el entorno empresarial. Ha quedado demostrado que esta herramienta, que consiste en emplear técnicas lúdicas para absorber conocimientos y mejorar habilidades, aporta numerosos beneficios y ayuda a las empresas a fidelizar a sus empleados y atraer el mejor talento.
“La aplicación de técnicas de juego está recomendada para todas las áreas de la empresa, ya que van a lograr que se aumente la motivación de los empleados, logrando mayor retención de talento y convertirse en esa empresa en la que todos quieren trabajar”, señala Enrique Arias, fundador de Outfinders. Y desde empresa española especializada en técnicas de gamificación, nos señala las 5 principales áreas donde aplicar estas técnicas para conseguir los mejores resultados:
- Hacer equipo (team building): Este tipo de actividades fomentan la relación entre los trabajadores y refuerzan su confianza, ayudando a potenciar a los perfiles más destacados. En estos tiempos en los que el modelo híbrido se está imponiendo a la hora de trabajar y los equipos han perdido contacto, estas dinámicas se hacen necesarias para volver a cohesionar a la plantilla.
- Procesos de selección: La gamificación es un arma muy potente a la hora de detectar el mejor talento durante un proceso de selección. Gracias a estas técnicas de ludificación, los reclutadores podrán identificar de forma mucho más sencilla las principales soft skills de los candidatos, que de otras maneras suelen pasar desapercibidas. Además, ayudan a ahorrar tiempo y dinero, gracias a un filtrado más objetivo de los candidatos.
- Comunicación interna: El uso de técnicas de juego en la comunicación interna de la empresa ayuda a que los empleados tengan una participación más activa en la compañía, generando mayor interés en este tipo de canales. Además, servirá para retener y motivar a la fuerza laboral, creando mayor engagement en el equipo.
- Formación: Aprender jugando. Gracias a la aplicación de mecánicas de gamificación en la formación de los trabajadores se podrá fortalecer el desarrollo de habilidades y competencias, para que los profesionales puedan crear cosas nuevas, sean más imaginativos y más creativos. Además, mejora la experiencia de empleado a la hora de formarse, ofreciéndole un entorno más divertido e imaginativo.
- Consecución de objetivos: A través de la gamificación es posible reforzar la consecución de objetivos, conjugando motivadores intrínsecos, como hacer algo por el propio hecho de hacerlo, por ayudar o porque guste hacer una tarea; y motivadores extrínsecos, como premios y recompensas, obtención de puntos o aparecer en un ránking. Este mix impulsará la voluntad del equipo a la hora de completar los objetivos asignados, reforzando su motivación y aumentando su rendimiento.
“Al final, de lo que se trata es de hacer que entornos tradicionalmente más áridos, como puede ser una entrevista de trabajo o un proyecto empresarial, se vuelvan amables y sean capaces de motivar a los profesionales”, apunta Arias.