Berta Pérez, directora de la práctica de Carreras y Retribuciones de WTW España.- La equidad retributiva para puestos de trabajo de igual valor es un principio fundamental en la gestión de personas. Sin embargo, alcanzarla es aún un desafío, especialmente en compañías grandes y complejas, que han crecido a través de operaciones inorgánicas, que operan en distintos países y que cuentan con una amplia variedad de puestos y niveles de experiencia.
La reciente Directiva de la Unión Europea sobre transparencia retributiva ha elevado su importancia estableciendo nuevos estándares hasta el punto de convertirla en un factor crítico, ya que los riesgos de incumplimiento y de reputación pueden influir de manera directa en las decisiones financieras. En este contexto, la automatización de la valoración de puestos a través de la inteligencia artificial (IA) se presenta como una herramienta muy eficiente, capaz de dar respuesta a las demandas crecientes de transparencia retributiva.
La base para garantizar tal equidad radica en una valoración estructurada, objetiva y consistente de los puestos de trabajo. Los métodos tradicionales de valoración de puestos suelen ser costosos, lentos y requerir un esfuerzo significativo en términos de recopilación de datos, análisis y evaluación. Precisan de descripciones detalladas de los puestos, entrevistas y la participación de varios equipos.
Otro desafío de los enfoques tradicionales es la subjetividad inherente a la descripción y valoración de puestos. Las diferencias en la interpretación de las funciones y responsabilidades pueden llevar a sesgos en los resultados. Los puestos deben asignarse a niveles específicos según criterios objetivos de mercado y vincularse de manera sistemática a la retribución en toda la compañías, abarcando todas las funciones y niveles jerárquicos.
Todo esto no solo consume tiempo y recursos, sino que también puede llevar a inconsistencias y sesgos. Además, la dinámica cambiante del entorno laboral y de los modelos de negocio exigen una valoración constante, rápida y precisa. Una solución prometedora para superar estos desafíos es la implementación de la inteligencia artificial en la valoración de puestos. Con la IA, este proceso se simplifica y acelera drásticamente. Las descripciones de puestos pueden cargarse de manera masiva en el sistema y, en cuestión de minutos, se pueden generar valoraciones precisas y objetivas.
No se trata de eliminar la interpretación subjetiva de los responsables de retribuciones y gestión de personas, cuya experiencia y profesionalidad son claves en el proceso para la toma de decisiones finales de cara a establecer un estándar justo y coherente de retribución. Pero sí de abrirnos a nuevos modelos que, mediante el uso de algoritmos y el análisis de datos, determinan sin subjetividades previas el valor relativo de cada puesto en una organización.
La colaboración humano-máquina
Como apuntábamos antes, la intuición y el enfoque humano sigue siendo esencial en la calibración e interpretación de los resultados y en la toma final de decisiones. Pero gracias a los avances de la IA, los profesionales pueden centrarse en cuestiones más estratégicas, como la estructura organizativa, la calidad de las descripciones de los puestos o la coherencia con los requisitos de la compañía. En definitiva, la IA proporciona una valoración más rápida, precisa y objetiva, a la vez que libera a las personas de los equipos de recursos humanos para enfocarse en actividades más estratégicas.
La IA no solo se limita a valorar puestos de manera retrospectiva, sino que también tiene un potencial significativo en el análisis predictivo. Al utilizar datos históricos y tendencias del mercado laboral, los algoritmos pueden prever las tendencias futuras en la retribución y ayudar a las organizaciones a tomar decisiones estratégicas sobre su fuerza laboral.
No hay duda de que la era de la valoración de puestos impulsada por la IA está aquí. Conscientes de ello, y con base en nuestra vasta experiencia con decenas de miles de puestos evaluados en diversos sectores y regiones geográficas de todo el mundo, en WTW hemos desarrollado ya los primeros prototipos para avanzar en la automatización de la valoración de puestos mediante IA. El resultado ha sido claro, con evidentes mejoras en cuanto a aceleración del proceso. También hemos observado que el modelo, además de valorar puestos, puede utilizarse para validar descripciones de niveles de carrera y la asignación de niveles retributivos, con potencial para expandirse a otros campos.
Y, muy importante: más allá de proporcionar los tan importantes resultados objetivos, hemos visto que la IA es capaz de calcular la confiabilidad de la valoración gracias al alto grado de consistencia y objetividad que ofrecen los algoritmos, minimizando errores de forma significativa.
Convenientemente dirigida, la IA supone un valor diferencial para empresas y empleados. Sin duda, sí, la IA puede ser la llave para enfrentar los desafíos que la equidad retributiva aún presenta.
