Con la llegada del verano las contrataciones aumentan. Se calcula que más de un millón de españoles ocuparán nuevas vacantes durante el período de vacaciones, lo que representa un 10% más respecto a la campaña 2015.
Estas nuevas contrataciones traerán consigo nuevos perfiles a las plantillas que en unas ocasiones son muy valorados por los compañeros y por los superiores, y en otros casos son todo lo contrario… Descubre estos perfiles según el análisis de Job Today:
LOS MÁS VALORADOS
El social: es el compañero ideal. Cae bien a todo el mundo, tiene mano izquierda con trabajadores y colaboradores de la empresa y se antoja el interlocutor perfecto para solventar cualquier tipo de problema. Sin embargo, suelen ser los compañeros que más envidias generan…
El ‘Súper Glue’: sabe cómo unir al equipo. Lidera y motiva a partes iguales y consigue que todos los compañeros que están a su lado se sientan valorados y den lo mejor de sí mismos. Con sus palabras será capaz de subirte la moral en tus horas más bajas y cerrar viejas heridas entre compañeros.
La Navaja Suiza: lidia con proveedores, clientes, mascotas y todo lo que se le ponga por delante. Suele ser muy organizado y metódico, y su trabajo es irreprochable aunque muchos se pregunten cómo lo consigue. Su gran capacidad de concentración y anticipación son probablemente la claves de su éxito.
El Mesías: es una rara avis. Se lleva bien con todo el mundo, es amable, humilde, responsable, trabajador y divertido. Suele estar entre los trabajadores más valorados de la empresa.
El Payaso: es el alma de todas las reuniones y fiestas. Le encanta ser el centro de atención y siempre está dispuesto a pasar un buen rato. No suele ser el trabajador mejor valorado pero contribuye al buen ambiente del equipo.
El Superman: puede que no sea precisamente la persona más eficaz del equipo, pero resulta tremendamente útil tenerlo cerca por ayudar a salvar posibles situaciones complicadas.
LOS MENOS VALORADOS
El desastre: suele vivir bajo una montaña de papeles y post-its y le escucharás afirmar hasta la saciedad que es capaz de encontrar el orden en su propio caos. Es eficiente y productivo pero su falta de organización le juega malas pasadas. No desesperes si tienes que recordarle las cosas varias veces…
El workaholic: sincroniza el correo del trabajo en su Smartphone, envía mensajes después de la jornada laboral y te acecha en Whatsapp los fines de semana. Antepone su trabajo a sus relaciones sociales, a su familia e incluso a su propia salud. Si pretendes convertirte en el ojito derecho de tu jefe, ésta puede ser la vía… pero sin duda, no es la más recomendable.
El Hombre Invisible: nunca está cuando lo necesitas. Brilla por su ausencia y rara vez lo encontrarás en su puesto de trabajo. Acostumbra a estar ocupado en reuniones o solucionando algún problema lejos de su escritorio.
Don Perfecto: su máxima virtud (y defecto) es su afán enfermizo por supervisarlo todo hasta el mínimo detalle. Parece el mundo ideal pero puede convertirse en el peor de los infiernos.
El tardío crónico: no puede evitar llegar tarde y siempre tendrá una excusa preparada para justificar su falta de responsabilidad. Un escape de agua, una huelga de buses, una avería en el coche…
El Villano: cada equipo suele contar con al menos un integrante de este tipo. Siempre busca sacar ventaja sobre sus compañeros y no dudará en tirar de mentiras y artimañas para conseguirlo. No le importa destruir la reputación de los demás para cumplir sus objetivos. Mejor mantente alejado.