En cuestión de movilidad, el Brexit trae consigo no pocos cambios tanto para los europeos que quieran trasladarse al Reino Unido como los británicos que quieran hacer lo propio a cualquier país de la Unión Europea. La seguridad social, la asistencia sanitaria, el ejercicio de determinadas titulaciones profesionales y la propia residencia “a ambos lados del Brexit” exigen procedimientos más o menos novedosos que, en cualquier caso, han de ser conocidos.
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