Una oferta de empleo atrae a múltiples candidatos. Si bien es cierto que muchos de ellos serán aptos para el puesto, muchos otros no lo serán. Los responsables de selección tienen que identificar a aquellos perfiles que se ajusten a las necesidades del puesto y que, además, sean eficientes en su trabajo, beneficiando a la empresa.
Ante este escenario, los reclutadores tienen que evitar 5 tipos de candidatos que, aunque en ocasiones se ajustan a las demandas del puesto, algunos rasgos de su personalidad pueden perjudicar gravemente la labor profesional. El candidato ocupado, el invisible, el insistente, el omnipresente y el mentiroso.
CANDIDATO OCUPADO | Pérdida de tiempo. Cumple los requisitos pero es complicado contactar con él. Siempre está ocupado y cambiará las citas para una entrevista continuamente. Posible falta de disponibilidad si ocupa el puesto. |
CANDIDATO INVISIBLE | Aquel que concierta entrevista, no aparece y, además, no avisa. Descolocan la agenda de los reclutadores haciendo que el proceso sea más lento y menos productivo. |
CANDIDATO INSISTENTE | Envía su CV repetidamente, e incluso llama a la empresa para una entrevista personal. Personas con prisas, presión e inseguridad. |
CANDIDATO OMNIPRESENTE | No hace selección de empresas y envía su CV de forma masiva sin conocer si quiera el puesto. Demuestra falta de interés. |
CANDIDATO MENTIROSO | Aquel que ensalza sus cualidades llegando al punto de mentir sobre ellas. Miente descaradamente en la entrevista, lo que muestra que podrá hacerlo también en el empleo. |
FUENTE: Albert Roig, TalentClue.