El hacking ya no es lo que era. Hace tan solo unas semanas, en abril 2016, The Washington Post desveló que el FBI había comprado los servicios de un grupo de hackers para desbloquear el iPhone del terrorista de San Bernardino. Según el periódico, los piratas informáticos hallaron un defecto de software no conocido y facilitaron la información a los agentes que había sido denegada por el fabricante.
Esta noticia ilustra un cambio radical en los modos de operar e, incluso, en los modelos de negocios, así como en la percepción de quiénes son los aliados y competidores. Camilla Hillier-Fry, socio de PeopleMatters, y Ana Lostalé, consultora de PeopleMatters, explican en el número 113 de la revista impresa Observatorio de Recursos Humanos por qué las organizaciones necesitan cambiar su estrategia de gestión de la cultura y cuáles son los beneficios del hacking cultural tanto para los stakeholders internos como externos de éstas. Para leer el artículo completo, pinche en este enlace.