Expertos han tildado de “insuficiente” la regulación del trabajo a distancia, del pasado mes de septiembre, y han defendido que hay que avanzar hacia un modelo sustentado en la perspectiva de género, la confianza, la flexibilidad laboral y la formación para evitar la reversión de los derechos laborales.
Así lo han expresado este miércoles la fundadora del club Malasmadres, Laura Baena; el profesor de economía de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), José Carlos Díez; el profesor agregado de sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Óscar Molina; y el responsable del Área de Ergonomía y Psicosociología de Quirónprevención, Albert Valls, durante el webinar ‘El futuro del trabajo es hoy’, organizado por el portal Soziable.es, con la colaboración de Quirónprevención.
El encuentro, conducido por el responsable de contenidos de Soziable.es, Chema Doménech, también ha contado con la participación del director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España, Joaquín Nieto, quien ha hecho hincapié en la perspectiva de ‘trabajo decente’ para proporcionar garantías a los trabajadores e invertir en las personas y en las instituciones, con el objetivo de proporcionar “un futuro más prometedor”.
A juicio de los ponentes, la ley del teletrabajo es un buen punto de partida para dar respuesta a las necesidades de los trabajadores, quienes se han visto obligados durante la pandemia a cambiar sus hábitos y lidiar con la conciliación. Sin embargo, han criticado que la regulación llega “tarde” y sin entablar diálogo con los principales expertos en la materia.
Baena ha alertado que uno de los “vacíos” de esta norma es la perspectiva de género. “Lo que hemos hecho en el teletrabajo en el confinamiento no ha sido trabajar, ha sido sobrevivir”, ha recordado, al tiempo que ha señalado la necesidad de aplicar la semipresencialidad en la jornada laboral, que no contempla la regulación, para poder garantizar la conciliación.
“Si el teletrabajo no es semipresencial, será una de las trampas para las mujeres, puesto que nos alejará de la toma de las decisiones”, ha valorado. Además, ha mostrado preocupación ante el escenario actual, donde muchas mujeres se han visto abocadas a renunciar a su carrera profesional ante la imposibilidad de conciliar.
Por su parte, Molina ha sostenido que la reestructura del modelo de trabajo también debe ir acompañada de cambios organizativos profundos en el seno de las empresas, ya que considera que en España impera la cultura empresarial “presencialista” como fórmula de control a los empleados. Asimismo, ha destacado que las empresas, sobre todo, las de menor tamaño, no tienen suficiente capacidad para sumarse a la digitalización.
“Hay muchos sectores que no se han adaptado. En el caso español, que somos una sociedad muy plástica, pero nos cuesta reaccionar, vamos tarde en el teletrabajo y en la digitalización”, ha analizado Díez. Por ello, considera fundamental detenerse en las tendencias: “vamos hacia un mundo híbrido, donde tiene que haber esa flexibilidad y esa confianza. Tiene que cambiar el entorno de relaciones laborales”. Además, entiende que debe ponerse el foco en la generación de trabajo y de buenos salarios, que “esta nueva ley no va a conseguir”, sino con empresarios que sepan de recursos.
A criterio del responsable del Área de Ergonomía y Psicosociología de Quirónprevención, deben superarse otras barreras como la formación de los trabajadores, para así pautar las nuevas rutinas de trabajo y garantizar la desconexión digital, y plantear el teletrabajo desde la negociación entre empleado y trabajador, “y no como se ha hecho en el estado de alarma”.
TELETRABAJO Y RELACIONES SOCIALES
Por otro lado, los ponentes han profundizado durante el encuentro online en el impacto del teletrabajo en las relaciones sociales. “Existe un riesgo de que estemos yendo hacia unas relaciones laborales más individualizadas”, ha señalado Molina. Además, ha admitido que siente “miedo” ante la posibilidad de que se conciba el trabajo como “plataformas”, donde las empresas tengan una serie de trabajadores autónomos. “Este modelo significaría movernos hacia una mayor fragmentación de las relaciones y la precarización laboral”, ha indicado.
Para evitar el aislamiento, Valls, quien apuesta por la implementación del sistema semipresencial en las jornadas laborales, ha recomendado hacer reuniones con cierta periodicidad, establecer canales para que el trabajador pueda evitar la sensación de angustia o poner a disposición del empleado plataformas y recursos.
Por último, el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España, Joaquín Nieto, ha explicado que, el futuro del trabajo, no solo vendrá marcado por los cambios producidos por la revolución tecnológica, sino también por la transición ecológica y energética, los movimientos demográficos o la irrupción del feminismo que modificará las relaciones laborales y el trabajo en sí mismo.