Únicos, innovadores, creativos, lejanos a lo convencional y lo políticamente correcto. Los talentos disruptivos son expertos en romper con lo establecido aportando ideas innovadoras, oportunistas y revolucionarias. El talento disruptivo llega para romper con lo tradicional y traer la innovación a las empresas. Los talentos disruptivos son calificados como empleados «difíciles»: sus jefes no saben cómo manejarlos y sus compañeros prefieren no trabajar con ellos…
A pesar de que algunos definen a este tipo de perfil como “auténticos tornados”, el talento disruptivo se ha convertido en una pieza clave para cualquier empresa que quiera destacar sobre sus competidores. Los reclutadores y responsables de recursos humanos se dedican, cada vez con mayor ahínco, a la captación de estos perfiles profesionales.
Es un hecho: a las personas disruptivas les gusta discutir, debatir y cuestionar las decisiones tomadas por el resto. Esto, al contrario de lo que muchos creen, es algo positivo para la empresa, puesto que cuestionar las decisiones a veces puede hacer que éstas mejoren.
Pero, ¿cómo reconocer y conseguir el talento disruptivo?
Estos profesionales cuentan con multitud de características que les diferencian del resto.
- Contrarios a las normas y al orden en su carrera profesional. Suelen ser “veletas” en sus proyectos, cambian de empleo de manera constante. Son fans del cambio.
- Son personas muy pasionales y energéticas. Creen firmemente en sus ideales lo que aporta la aptitud de mirar el mundo desde otra perspectiva lo que puede aportar nuevas soluciones que a otros no se les ocurrirían jamás.
- Carácter informal, volátil, dinámico.
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE CONTAR CON EMPLEADOS «INCÓMODOS»?
Las personas disruptivas demandan flexibilidad y libertad, concretamente de expresión. También requieren apoyo constante tanto en el trabajo individual como en equipo. En este sentido, si las organizaciones quieren contar con estos profesionales en su plantilla deben planificar de manera especial su adaptación.
Aunque necesitan mayores atenciones, los beneficios son múltiples.
- Son cazadores de tendencias y siempre proponen nuevos proyectos.
- Aportan soluciones inimaginables.
- Son grandes oradores y cuestionan hasta lo más mínimo.
- Son la viva imagen de la diferenciación e innovación.
¿EXISTEN RIESGOS?
No olvidemos sus características: son inconformistas por naturaleza. En ocasiones, su carácter puede generar posibles enfrentamientos con otras personas acostumbradas a trabajar por métodos clásicos y rutinarios.
Por otra parte, no todos los directivos admiten que un empleado cuestione, constantemente, sus decisiones. Por ello, la clave está en saber cómo guiarlos hacia el bien común de la empresa.
Por ello, para evitar estos riesgos, algunas empresas optan por colocarles en equipos abiertos y flexibles, con líderes dispuestos a olvidarse de su ego autoritario.
Fuente: TalentClue, Diana Pardo.