Desde el año 2006 el Consejo de Europa ha instado a los países miembros a trabajar en lo que se denomina la parentalidad positiva, que definen como “el comportamiento de los padres hacia el interés superior del menor” en un sentido amplio y que, entre otras cosas, se traduce en ofrecer a los hijos los cuidados y atención adecuados.
Desde distintas instituciones y organizaciones como Save The Children, la Asociación para la Racionalización de Horarios Españoles o la Fundación MásFamilia, se llama la atención sobre el decisivo papel que juegan las políticas de conciliación y de corresponsabilidad en el entorno de las familias y, por ende, en el bienestar de los niños.
Según un informe publicado por Save The Children en abril de 2013, “favorecer el ejercicio de la parentalidad positiva mediante la mejora de las políticas de conciliación es una manera de promover el buen trato a los niños y a las niñas y, por tanto, de prevenir la violencia contra la infancia”.
Ana Mato, Ministra de Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad anunció ya en 2012 que el Gobierno está trabajando en un Plan Integral de Apoyo a la Familia que contemplará medidas tales como la mejora de todo lo relacionado con la racionalización y flexibilización de los horarios laborales, la fiscalidad de las familias, los permisos parentales, apoyo a familias en situaciones de especial necesidad, familias numerosas y familias monoparentales y fomento de la parentalidad positiva.
Para las empresas significa continuar progresando en sus políticas de armonización de la vida profesional y personal, y en lograr una cultura en que se prime el resultado y no la presencia y unos líderes que dirijan con flexibilidad y confianza. Con ello, no debería significar un esfuerzo económico poner en marcha medidas que promuevan la parentalidad positiva.
Algunas compañías ya han iniciado el camino y entre las mejores prácticas se encuentran medidas como la promoción de escuela de padres on line, aumento de la edad máxima del menor para solicitar reducciones por guarda legal, incremento y promoción del uso de nuevas tecnologías para evitar desplazamientos, dotación de permisos (recuperables o no) para acudir a médicos, tutorías, cumpleaños de los niños, establecimiento de horarios de reuniones respetuosos con el inicio-fin de la jornada laboral y nuevos sistemas de reorganización del tiempo de trabajo que permiten la distribución irregular de la jornada por el trabajador y/o flexibilidad espacial en periodos como las vacaciones escolares.
2014 ha sido designado por el Comité Económico y Social Europeo “Año Europeo de la Familia”, por lo que para las empresas se presenta una oportunidad excelente para contribuir al bienestar social y para trabajar activamente en la Responsabilidad Social Corporativa, generando un entorno más propicio para facilitar la atención y cuidado de nuestros menores.