«Ni tú ni yo ni nadie golpea más fuerte que la vida. Pero no importa lo fuerte que golpeas sino lo fuerte que pueden golpearte y lo aguantas mientras avanzas. Hay que soportar sin dejar de avanzar». En esta escena de la película Rocky Balboa, el protagonista le explica a su hijo que no ha de culpar al resto de no lograr sus propias metas, solo a él mismo.