Saborear los frutos del esfuerzo siempre nos gusta. Conseguir lo que nos proponemos de la manera más sencilla posible no nos suele reportar orgullo ni motivación alguna; en cambio, si ponemos todo de nuestra parte con empeño los resultados cambian, y mucho.
¿Obstáculos? Sí ¿Dificultades? Por supuesto. Es en esas situaciones cuando hemos de sobreponernos a las adversidades y con esfuerzo por nuestra parte, los éxitos saben mucho mejor. Es importante superar las barreras con actitud resiliente, transformando los problemas en oportunidades. La persona resiliente se fortalece con los contratiempos, aprendiendo para futuras ocasiones.
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