Todos hemos oído hablar en alguna ocasión de la zona de confort, de las costumbres, hábitos y actos que hacemos día tras día y, que sin darnos cuenta, se vuelven parte de nuestra existencia. Nos vemos más allá, no pensamos en alcanzar otras metas… y pensamos, ¿para qué si estamos agusto donde estamos?
La zona de confort es vista por muchos como el enemigo de la libertad que de manera sútil, sin que nos percatemos, limita nuestra vida. Es tal el acomodo que sentimos que no buscamos más allá donde nos pueden esperar y sorprender muchas cosas que tenemos olvidadas o enterradas, esperando a ser descubiertas.
Así que ya sabes… ¡Sal de tu zona de confort!