Este simpático vídeo nos demuestra que aquel dicho de “las apariencias engañan” es totalmente cierto. En él vemos, cómo un anciano va montado en un coche de copiloto junto a una mujer de su edad. El anciano cree que la mujer, debido a su edad y a su género, no va a poder aparcar el coche ni va a conducir como lo haría un hombre. Al final, pasa justo lo contrario y el anciano se queda boquiabierto cuando observa la facilidad con la que aparca su compañera.