En la actualidad, el conjunto de actividades que integran el sistema agroalimentario español (producción primaria, transformación, transporte y distribución) supone ya una aportación a la economía de nuestro país que supera el 2,7% del Producto Interior Bruto (PIB) y el 16,8% del Valor Agregado Bruto (VAB) de la industria, adquiriendo así un peso cada vez más relevante.