Desde que el mundo es mundo siempre ha existido el estrés personal, pero últimamente y con mayor frecuencia, el estrés está aumentando y afectando a la actividad profesional. Es por ello, que los altos directivos están cada vez más concienciados para ayudar a sus empleados a disminuirlo y, en consecuencia, mejorar la capacidad y la productividad en el trabajo.