La creciente adopción de procesos de automatización y de IA en el lugar de trabajo dará lugar a cambios significativos en la demanda de las competencias de la mano de obra. Un estudio del McKinsey Global Institute (MGI) considera que estos cambios en las competencias requeridas tendrán importantes consecuencias para las empresas y para la economía, así como para los trabajadores, que deberán formarse y reciclarse para adaptarse al nuevo panorama laboral que se avecina.