Inmersas en una de las peores crisis sociales y financieras de la época, la del COVID-19, las organizaciones necesitan desarrollar la capacidad de adaptarse rápidamente para poder gestionar el riesgo y lidiar más hábilmente con los cambios inesperados. Con el anuncio por parte del Gobierno de su intención de ampliar el estado de alarma durante al menos 15 días más, el teletrabajo y el trabajo flexible han pasado de ser una medida provisional a afianzarse como un imperativo en las empresas.