En la actualidad vivimos en un ambiente de trabajo frenético en el que la cultura del cortoplacismo, la hiperconectividad y la multitarea marcan el ritmo de nuestro día a día. Lo queremos todo para ya, sin pararnos a pensar en la repercusión que esto tiene sobre la productividad del empleado que debe, además, gestionar varias tareas a la vez sin poder centrarse al 100% en ninguna.