“Gritar de alegría”, éste es el origen etimológico de la palabra “jubilación”, el término de origen latino que tantas veces empleamos para describir el final de la vida laboral de las personas. Y lo cierto es que, aunque al dejar de trabajar no se grite de entusiasmo, la jubilación sí que parece ofrecer multitud de ventajas para nuestros mayores, contradiciendo la creencia generalizada de que retirarse equivale a estar triste o solo, con menos vida social y con una sensación de ser poco útiles a la sociedad.