Nuestro mercado de trabajo vive una de sus etapas más cambiantes desde que arrancase la I Revolución Industrial allá por el siglo XVII. Ahora, inmersos ya en la IV revolución, muchos son los retos a los que nuestra sociedad debe enfrentarse: la convivencia del hombre y la máquina, el dominio de la ciberseguridad para luchar contra nuevas formas de riesgos empresariales, los avances médicos y del ámbito de la investigación… todo ello con el foco puesto en las personas y en cómo estas van a verse afectadas por esta vorágine.