Las entrevistas de selección por vídeo diferido se han convertido en una práctica habitual. Durante el proceso de selección, el candidato contesta, grabándose con su webcam o su smartphone, a las preguntas previamente realizadas por un responsable de selección para un puesto en particular. Para los responsables de selección, esta práctica es un medio para acelerar la pre-selección de los candidatos, reducir gastos y culminar el proceso de contratación mucho más rápido.